El tic- tac de los relojes apuran la miserable alma que habita en este cuerpo.
tic... inhalo aire que me mantiene vivo...
tac... exhalo el alma que quiere escapar de mi.
tic-tac que me aniquila y fortalece esta locura que tengo incrustada en el corazón.
tic que me llena de esperanzas, que el tiempo apenas está comenzando... tac... que me recuerda que termina...
tic- tac que me quita el descanso... Tic- tac de los relojes apesadumbran mi conciencia porque te tengo en constante recuerdo, y te veo hasta en mis sueños.
Tic... te imagino caminando conmigo en la calle, conversándome… y en mi solitaria mesa eres tú quien se encuentra sentado al frente… Tac... pero lo único que me acompaña en la mesa es una silla que es ocupada por mi chaqueta y mi maletín.
Esos tic- tac se transforman en horas… y cada hora que pasa, la desesperanza crece y corroe mi alma miserable de pesares y momentos de soledad… los tic-tac pasan y se convierten en días… que mueren a forma de tintes de calendario y rotación de la rueda de la fecha en mi pequeño reloj... los días se desvanecen en semanas y meses... y las hojas de calendario desfallecen en un otoño constante, donde las hojas carecen de color y son reemplazadas por números y nombres santos.
El tiempo pasa sin demora, el tiempo pasa sin dejar de avanzar... el tiempo pasa y yo sigo sumido en recuerdos donde estás presente... El tiempo pasa y con impotencia veo que nada puedo hacer el respecto... y a cada tic-tac de mi reloj... fortalece el tiempo que me aparta de ti.
Texto agregado el 24-04-2009, y leído por 142
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Lectores Opinan
24-04-2009
Muy bueno la cedencia que le da ese tic tac.Es como estar en una habitacion llena de silencio mordiendo soledad ****** shosha