Sueños obligados
ojos bien abiertos,
pesadillas transformadas.

De tanto caminar,
me confundo con los lugares comunes:
es regreso hasta mis miedos
(y deseos).

Los labios resecos,
dejaron de saborear palabras.
Atormentadas las ideas,
amontonaba intenciones.
Y di un salto hacia el cielo
en la intención de caer.

Y caer.

Ultima opción
de perderme en ti
rescatada entre recuerdos.
Echando mano a las piezas
de un rompecabezas
que creía incompleto.
Manos que no se rozan,
miradas que no se encuentran.
Apenas se intuye el latir de un corazón
que no se escucha.
Porque el vuelo no termina
sin encuentro de los cuerpos y la piel
floreciendo con caricias.

En el trasnoche del día
espacio a la realidad robado.
Despojados de las ropas
busco arroparnos con sudor.
Para beberte,
desde el pecho, de tu espalda y más.
Un conjuro para el tiempo
que alla afuera se detuvo

El salto no es esteril
en las ansias de caer.