Al patrón
Basta de golpearme! Basta de pegar a mis hijos, de quitarme la comida y de arrancar los vestidos de mis niñas!! Mi diosito me enseñó a poner la otra mejilla, pero usted patrón, por mi obediencia y mi rendición, me las has dejado sangrando, quemadas están mis flacas mejillas. Mi cuerpo entero está sangrando por su abuso. No siga golpeándome la espalda, las vértebras se me han juntado, camino inclinada, apenas puedo agacharme, me estremece el dolor. Basta de quitarme los dedos patrón, solo me quedan tres poquitos dedos y así no puedo acariciar mis hijos. Mi diosito me dijo que la vida en la tierra era de sacrificio, y que si me porto bien aquí tengo la felicidad eterna, pero usted patrón por mi abnegación y entrega me ha violado y esposado, la tierra no es mas que guerra con usted, patrón!
A mis hermanos los ha matado en la mina ¿recuerda patrón? Ellos trabajaban allí día y noche, bajo tierra, por un pan y un abrigo. Mientras usted, patrón, se paseaba por los cielos y disfrutaba del mar. Mi diosito me dijo que no matara, que si lo hacía iría al infierno, pero patrón… entienda que con usted… ¡el infierno es aquí!
Mis compañeras y yo hicimos una reunión en el barrio, patrón, éramos unos cuantos, si usted viera…se iba a hacer pis del miedo. En el barrio no lo quieren patrón…está enfurecida la gente, porque usted es la muerte es el abuso y la violencia, porque usted es la miseria, la esclavitud, la cárcel; usted es la mentira y el cinismo, es la codicia, el egoísmo…Usted es todo lo peor de lo peor, patrón, es el infierno adentro y afuera de la fabrica, adentro y afuera de la casa. Ya se patrón, no lo diga: “mi diosito esta de su lado” ya lo sé, por eso ya no le hago caso. Escucha los gritos patrón? Son las obreras, con los del barrio. Es la hora, levántese del piso y camine que en la plaza lo esperan… se le acabo la vida patrón, hoy el pueblo esta de fiesta.