Hoy me regalaron una dicha; me la merecía realmente.
Hoy me dieron lo que es mío, gracias a otras personas.
Tengo más esperanza que antes; y hasta le agradecí a la gracia de la famosa virgen, por sugerencia de mi madre. Pero en realidad yo me acordaba de mi abuela, de la persona que supo prepararme para esto, y de todos los que cruzaban los dedos por mi.
Parece algo de mera importancia; pero esas cuatro mujeres tenían un poco mi futuro en sus manos. Arruinaron los proyectos de otras personas.
y hoy sólo rendí una materia.