El gato negro estaba triste porque nadie lo quería, decían que traía mala suerte, !!oh que osadía¡¡.
Un dia pasó una gata muy blanquita y peludita, y levantó la colita y le dió vuelta la cara.
-¡¡Eyyyy gata malagradecida!! -le grito el gatito negro- ¿No te acordás de aquel día que te salvé de los perros? Si no fuera por mis garras y mis dientes de león, tu piel ya sería capita de alguna niña de bien.
Entonces la gata blanca lo miró con otros ojos y le dijo ven gatito a la terraza de enfrente, y asi juntitos, juntitos, y entre muchos maullidos se amaron mucho.
Tuvieron muchos hijitos, uno era blanco con negro, otro negro con blanquito, hasta le salió un bizquito pero ellos lo querían, y asi se unieron para siempre y entre los dos comían:
- Ratones a la provenzal con queso roquefort encima, miauuuuuu, miauuuuuuuu.
Moraleja: nunca creas en la mala suerte, ni discrimines, porque alli puede ser que este tu destino.
(para el que me dijo de los puntos, gracias, lo arreglé un poco, pero más no sé) es lo que hay... |