Hubo un tiempo que fueron al patíbulo muchos hombres por estas nimiedades pero gracias a dios dichas edades pasaron, y el harem ya no es prostíbulo. Por eso pienso Frank que el infundíbulo que es una de tus magnas propiedades me provoca inquietudes y saudades de los tiempos de Sócrates y Phibulo. Cada vez que te sientas y tus yines se delizan mostrando los confines de los Campus de Martius y de Lutheos me sueño un semidiós y tu mi ninfo que imbrocándote en fausto paraninfo da las gracias a Zeus por tus glúteos.
Texto agregado el 21-04-2009, y leído por 220 visitantes. (1 voto)