Inicio / Cuenteros Locales / manuelfo / Una vieja historia I
Eran cerca de las dos de la mañana de un día equis en Santiago de Chile.
El ambiente era así; yo en una casa con desconocidos salvo alguno que me halla invitado. Todos eran estudiantes de periodismo o literatura, por lo tanto todos se vanagloriaban mutuamente de lo bien que escribían. Mientras tanto, yo estaba sentado en el balcón fumando cigarrillos y bebiendo pisco con coca cola (creo).
Me acerque a una niña delgada que andaba como zombie por la fiesta.
- Eres de aquí?
Siempre hacía esa pregunta porque yo no era de Santiago, era de Rancagua, por lo tanto no se si habrá sido que yo era de otro lado pero nunca me sentía cómodo en esos lugares. En el fondo iba porque no me quedaba dinero y había trago gratis siempre.
- Sí, de Las Condes.
Pff, otra niñita adinerada deprimida con ganas de ser escritora. Pensé eso en un momento, pero luego la vi a los ojos, tenía un par de ojazos hermosos. No sé si habrá estado drogada pero el negro de sus ojos se confundía con su pupila, lo que me hiso volverme loco de amor por ella. Eso en un principio, porque mientras conversábamos me di cuenta lo distintos que eramos. Ella vivía con sus padres, yo arrendaba una pieza rancia, ella tenía un novio doctor, mi novia (o algo así) andaba por Santiago en pastillas y coca. La razón de mi atracción reinaba en sus ojos. No podía dejar de mirarla, así que para evitar sentimientos mierdosos preferí salir de aquel lugar. ´
Caminé pensando en aquellos ojos, y en su nombre, Catalina. Siempre pensé que me casaría con alguna Catalina, pero no era este el caso. Yo no podía mantener mis vicios y lo único que quería era encontrar dinero en la calle. El sueño del vago no se realizaba.
(continuará....) |
Texto agregado el 20-04-2009, y leído por 107
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