¡TE AÑORO!
Este dolor grande, que en lo hondo, siento,
Efluvios que llegan a mi lacrimal,
Es por ti, señora del duro tormento,
Fuente de mi pena, de todo mi mal…
Si en mi boca surge un triste lamento
Y hay llanto silente, con sabor a sal,
Te estaré contando la agonía que siento,
Por tu primavera, para mí…, invernal.
Si ves cuánto extraño tu fresca fragancia,
El sabor tan joven de tu carne nueva,
Las horas felices, en la vieja estancia…
Tal vez me libraras de la dura prueba…,
Quizás retornaras desde la distancia,
Como luz gozosa, que la noche lleva…
EMILIOSALAMANCA
20 Abril 2009
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