Darse a la vida. . .
Darse a la vida como ella se nos da,
darse a la vida como ella misma nos llega
como ella misma se nos va...
Darse a la vida como ella, día tras día,
nos entrega un sin fin de emociones,
de sentimientos, de los mas bellos y
de los mas terribles también.
Entonces por qué no darse a la vida,
como ella se nos da.
Darse a la vida, como la gaviota se da al viento,
como una ola al suave mar,
como una mano cálida a una caricia,
como dos enamorados a la pasión,
al amor
al sentimiento...
Al sentimiento de saber que estamos vivos,
al sentimiento de saber que a veces no deseamos estarlo.
De ese sentimiento hablo,
de ese que se expresa del corazón mismo,
ese sentimiento que se manifiesta en forma de una lágrima
en forma de una risa alegre
de un abrazo profundo
de un beso dulce, cálido
de una mano amiga...
Amiga como la vida, que te acompaña en los buenos y malos ratos,
que deja que tomes tus propias decisiones y
está a tu lado cuando te tropiezas,
cuando te caes y
cuando te levantas también...
Pero sin embargo nosotros, los humanos, no hacemos
otra cosa que quejarnos
que lastimarnos a nosotros mismos,
que materializar nuestras vidas,
nuestras mentes
nuestros corazones...
Por eso date a la vida y no lo pienses más,
no mañana ni pasado, “hoy”, porque es hoy que estas vivo
porque es hoy que la vida empieza
hoy es que la vida se termina
Por eso, darse a la vida como ella misma se nos da
como ella misma nos llega
como ella misma se nos va...