Las apacibles hojas moran sobre la ventana… esperando ver el sol… Y el viento la mece, haciéndolas volar a su antojo… El Sol, travieso, las hace caer… Y cuando mis ojos se abren, ya no queda ninguna en el árbol… Y mis ojos se entrecierran… y luego se cierran por completo… y me duermo… y yo caigo en un lecho de hojas secas y marrones que el viento olvidó llevar… Y hay alguien que observa desde el Más Allá… Recuesto mi cabeza en las hojas y comienzo a mirar… El cielo me saluda y una voz celestial me parece llamar… Y mientras cuento las nubes, unos ojos celestes se abren… y me comienzan a observar… Y una voz canta y los enormes ojos se mueven al compás… Pero no hay ninguna boca… La música… ¿de dónde saldrá? Y el Sol… EL Sol se esconde… ¿Hacia dónde irá? Los pájaros cantan y las mariposas vuelan… Pero es de noche. Y en la más completa oscuridad, las luciérnagas elaboran una danza sólo para mí… Y mirándolas y mirando las estrellas, poco a poco me voy quedando dormida, mientras caballos de fuego alados se van acercando a mí… El aire está congelado y comienzo a tiritar… ¿Será que en verdad estoy muriendo? Y entro en un túnel… Un túnel de oscuridad… Frío y triste como mí pasado… Un túnel que me lleva a la realidad. Y poco a poco comienzo a despertar… Y todo está igual. El aula iluminada. La puerta abierta. Las hojas moviéndose. Y mis compañeros observando. Pero no a mí. Sino que a la profesora de Derecho. Porque la hora está igual. Sí, la hora no cambió. Y hoy tengo que ir al psicólogo. Una de esas personas que estuvo en mi Cadena se Sueños de Muerte… La Muerte Inconsciente… La Luna Demente… Vienen a buscarme… Vienen a llevarme… lejos hacia el mundo… Y en alguna parte del mundo, alguien vendrá a buscarme, sé que alguien vendrá a buscarme… y a despejarme de mis pensamientos… cortar sus sogas como si fueran anclas… y romper los cimientos, y crecerán lianas y crecerá hierba, y entra la niebla yo, Griselda, me escaparé del aula, y sin información de mí, morirá el mundo, sin mí, todas las estrellas del mundo serán mías, y las repartiré entre mis amigos cual si fueran migajas de pan, trozos de vida que no se pueden quitar…