Nunca su grandeza se ha relacionado con la fuerza que puede llegar a tener, con el paso del tiempo, cada vez mas triste, se derrumba, entra en el mundo de la vejez, de ésta continua, el olor de los pétalos más marchitos cuestan de oler, y todo, todo queda en el olvido. Odio, rencor, sentimiento de penumbra es en el que en ese momento te invade el cuerpo, dejando el alma libre, que esta, al ver la realidad se tropieza, se tropieza por buscar ese sueño donde de las paredes podía arrancar sentimientos que la llevaran a lo más alto, a los últimos creidos años, luz. Es como una alma tenue, como un sentimiento de remordimiento que no deja dormir, que hace enredar esas molestosas sabanas para encontrar la postura perfecta en un mundo donde la perfección no existe. |