Marcho ebrio entre oscuras sombras por el sendero de la noche iluminado por un farol lejano y el reflejo de la luna. Marcho sin equilibrio hacia ningún lado, hacia el amanecer, hacia un techo y una cama donde tumbarme. Marcho lejos en calles silenciosas Habitadas por los mendigos los sueños, las botellas vacias. Marcho lejos del abrigo de unas piernas calidas, hacia un corazón caliente en el desayuno.
Texto agregado el 18-04-2009, y leído por 212 visitantes. (3 votos)