Terrible hoy nos resulta ver un noticiero en Argentina, mi país, nuestro país, ocupado desde hace décadas en discusiones políticas ya a esta altura intrascendentes, y dejando siempre de lado lo importante, la educación, el bienestar, la creación de puestos de trabajo, la salud. Ahora pagamos las consecuencias, tres generaciones con escasa o nula educación, cuando supimos tener las mejores universidades y escuelas de América, hospitales en estado deplorable de abandono, sin elementos, sin enfermeras, ni medicamentos, ni ascensores que funcionen, con colas interminables de personas desesperadas por atención médica, por contención. ¿Qué nos ha pasado que nuestros gobernantes no hablan de crear puestos de trabajo?, están solo ocupados del rencor, del pasado, y sin mirar el futuro que cada vez se nos hace más incierto, decidiendo siempre para lo mediato, y preocupados solo por la continuidad en sus puestos. Políticos y economistas que llevan equivocándose medio siglo y continúan aferrados a sus viejos esquemas tantas veces probados y fracasados y no obstante nos pretenden dar cátedra por todos los medios de comunicación llenándonos de hartazgo con sus ideas perimidas, y por último la delincuencia arrinconando a la gente decente tras las rejas de sus casas, matando, robando, secuestrando.
Jóvenes de 14 años armados, drogados, descargando su furia en ciudadanos indefensos, para robarles una auto, o un electrodoméstico que luego venderán para consumir droga. A todo esto los poderes del Estado se culpan mutuamente por la situación. El poder ejecutivo culpa al poder judicial, y este le pide al poder legislativo que modifique las leyes, y entonces el legislativo dice que los jueces apliquen las que hay como corresponde, y así sigue sin solución. Esto empeora día a día, nadie toma decisiones por los costos políticos que implican mientras mi país, nuestro país, se continúa desangrando esperando que se sienten los políticos de todas las banderías a tomar decisiones en conjunto, y que los tres poderes haciendo honor a los juramentos efectuados al asumir sus cargos, cumplan acabadamente con aquello para lo que han sido designados que es nada más ni nada menos que lograr el bienestar de los ciudadanos de la República.
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