Amarga Habitación
A la mañana siguiente desperté y me mire al espejo, pensé en lo detestables que son los espejos ya que multiplican el número de los seres humanos, me dije recordando las ficciones del maestro Borges, una lata de cerveza una vela y un colchón, en esta habitación coexistían desazones, esperanzas, odios, reproches y aciertos que conjugaban mi diario vivir en esta amarga habitación. La soledad me iba aprisionando en un laberinto adverso, del cual por momentos no podía escapar es que el recuerdo de esa mujer, era una buena razón para no salir de ella y mantenerme haciéndome un daño gratuito.
Pensaba en esa mujer de ojos llenos de lágrimas y alegrías, de labios místicos y adictivos, de manos frías y delicadas, de pechos bellos y bondadosos, de nalgas prodigiosas, en fin de un cuerpo que me llevo a alucinar y vivir enajenado de esa cruda historia, llamada vida con la cual me enfrentaba diariamente- preguntándome el sentido de la misma y todas esas pruebas que tenía que enfrentar- la vida es una expresión que no puedo descifrar aún.
En ese camino enfermizo del amor deambule calles de idilios llenos de deslices, de encuentros carentes de sinceridad, de locura exenta de amor, de mentiras ke poblaron mi hastiado corazón, de noches vanas que desperdicie entregando lo mejor de mí, pero que una noche decidí desterrar a todas las fútiles huellas que dejaron en mí esas historias de amor, vague por desiertas calles acompañado por una botella, la cuál ya hace mucho tiempo que me hacía tragar esa depresión, que por momentos me arremetía con una fuerza que yo no sé, pero que no era la única manera de olvidar esos malos momentos, encontraba mucha satisfacción en mis libros y películas, tomando un café o simplemente escribiendo mis pensamientos. Esa noche odiosa y monótona, me iba llevando por oscuras e ignotas calles y lleno de alcohol me iba precipitando a ellas sin la mínima precaución, busco puerilmente hallar tu recuerdo que me ayude a escapar de lo que quise ser y soy, en otra palabra nada, observo sombras que vagan en esta dama de cemento, trato de huir y me caigo en este concreto frío y que se me va pareciendo a un dejabu, donde me faltaba el aliento para poder decir tu nombre, me faltaban muchos pasos para llegar a vos y mi voz que se apaga por este puñal, que me van traspasando esas manos frías y delicadas.
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