- Bueno días.
- Buenos días, ¿ Qué desea?
- Vengo a solicitar la tarjeta de desempleo.
- Ajá, ¿ Lleva mucho tiempo parado caballero?
- Unos días solamente.
- Bien, veamos, le voy a hacer un breve cuestionario para incluirle en nuestra base de datos:
Si no le importa me va rellenando sus datos personales en este formulario mientras le realizo las preguntas.
¿ Cuánto tiempo permaneció en su último puesto de trabajo?
- Pues...dos días
( Lo mira desconcertado el abnegado funcionario)
- ¿ Y en el anterior a éste?
- Eh...creo que cuatro días.
El funcionario levanta el rostro del Pc y pregunta:
- ¿ Cuál es su oficio habitual caballero?
- Yo soy Hijo de Puta profesional.
- ¿ Hijo de puta profesional? No le entiendo.
- Si mire, no me irá ha decir usted que en esta oficina no hay ningún hijo de puta...
- Pues...
- Entre ustedes seguro lo comentan...
- Pues...( atisba a responder el funcionario)
- Es muy fácil, da igual donde trabaje o el oficio que realice, allí donde vaya, en poco tiempo, logro convertirme en ese Hijo de Puta que existen en todos los trabajos. Además, me amoldo muy bien al entorno y circunstancias que se propicien; lo mismo me da ser un hijo de puta de oficina, que de fábrica u hostelería. Ahora sí, mi especialidad es ser Hijo de puta en el campo de la docencia universitaria.
- Bueno ( replica el funcionario) y qué cualidades se suponen a un Hijo de puta ( esbozando una sonrisa socarrona).
- Pues verá, el hijo de puta debe tener los siguientes principios:
- quererse a uno mismo sobre todas las cosas.
- Debe pensar que los demás son más tontos que él.
- Debe ganar la confianza de los demás.
- Pero, darles en la frente a uno por uno sin que unos y otros se enteren.
- Y meter bajo la almohada cada noche tus peores remordimientos.
- Bueno, pues no se preocupe, como hijos de puta existen en todos los trabajos y usted consigue amoldarse sin problemas, en breve le llegarán algunas ofertas.
- Pues gracias, y sepa que aquí me tiene para putear a quién haga falta.
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