El Sol me trajo hoy tu voz
tras infinitos días de silencios
cuando el orgullo y la confusión
se mezclaban como la arena y el viento.
Ahora nuestras voces se reencuentran
se reconocen entre la risa y el alago
pero no puedo evitar sentir y pensar
si nuestras almas alguna vez se separaron.
Nos perdemos en nuestro presente
esquivando sutilmente el pasado
pero en cada una de nuestras ténues pausas
el ayer se cuela sin evitarlo.
Puse tanto de mi en tí
que a veces pesaba muy dentro
y el día que faltó tu respuesta
el peso nos hundió bajo el suelo.
Quizás esperamos demasiado
quizás no hicimos lo correcto
quizás nos amamos tan profundo
que ahora todo se nos queda pequeño.
Nunca quise detenerme a pensar
me horrorizaba llegar a saberlo
si cuando aquel día te fuistes en el tren
te llevastes un pedazo de mi alma y de mi cuerpo.
Volvemos a enamorarnos
de personas con otro alma y otro cuerpo
conocemos la belleza de la vida
descubriendo y aprendiendo del recuerdo.
Pero nuestro amor fué lo real
fué nuestra belleza, nuestro alma, nuestro cuerpo
y no nos tenemos que disculpar
porque aquello si fué solo nuestro.
Me siento serena y paciente
aunque a veces me invada el recuerdo
pero sé que puedo morir tranquila
porque nos amamos sobre lo terrenal y sobre lo eterno.
Texto agregado el 15-04-2009, y leído por 170
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
16-04-2009
morir habiendo experimentado tan grande amor es como para no haber desesado nada más en la vida, hermoso poema******* JAGOMEZ
15-04-2009
es precioso...el último párrafo es perfecto, me encantó. un beso grande!! un_universo_diferente
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