Nada me hizo emocionar tanto cuando supe que tenía mi boleto de avión que me llevaría a mi ciudad natal, Riberalta…el techito de Bolivia. Si no hay calor en donde voy, no es mi lugar. Es que para mucho este lugar es como una “tierra inventada”
Cuando aterricé me di cuenta que no era un boleto lo que había comprado sino una entrada a un teatro porque es aquí en este escenario en donde aprendí a soñar, conocí el amor de mi vida mis primeras experiencia de adolescentes conocí a los mejores amigos y también ahí es donde se concentra mi esencia pura y oriental, en donde por segundos siento que soy hijo del rió y del viento. Donde me siento con el papel protagónico de una pieza única e irrepetible y mis espectadores también participan.
Llegar a mi punto de origen es sin lugar a dudas, hacer un reseteo a mi inquieta mente….es abrir episodios de nuevo, voluntariamente repetirlos, indiscutiblemente hacerlos imborrables y quedarse muy sediento de vivirlos de nuevo. En un parpadeo, puedo hacer una retrospección en mi vida y súbitamente estoy envuelto en un largo y vivido camino sensorial… comenzando por el querido paladar...SI, mi exquisito gusto (por favor que no te mueras), mi vista: mi cómplice eterna; el olfato…viajero en el tiempo. El tacto, el que me indica que es real lo que estoy viviendo. El oído, gran domador de mi memoria.
Que lástima que solo se nace una vez; porque a veces no logro encapsular tantas historias, tantos actores y actrices que en diferentes actos se han convertido en personajes únicos en mi vida: Gracias a mi pequeña familia: Mi padre, mi madre, mi esposa mis hermanas y sobrinas, y la extensión de mi familia que no paro de contar…si a esa “vasta compañía mixta” Creo que me faltaría una vida, la mitad de otra y un trozo de otra para completar mi biografía.
Iré sediento por horizontes muy lejanos ya estoy en Japón pero todo me traerá de vuelta a mi raíz, nadie disfruta tanto del padro, tomichukua, cachuela el mirador de la costanera, mi banco preferido con dirección ala fachada de la catedral, que vista mas hermosa, los surazos, los nidos de tojos, la neblina soñada pero digno privilegio para turistas y caminantes; LA LLUVIA el gesto más delicado de la creación universal.
Hago una mención para mis consentidos Montes, que desde niño me indicaron los senderos del tiempo y que través de sus verdes y tupidos bosques me dejaron claro el concepto de fortaleza y de eternidad. Son ellos quizás mis musas, no lo sé todavía sólo seguiré pensando que de eso está hecho el lugar en donde se abre un gran Telón...Precisamente ese, el de mi sueños que no se cansan de andar en ríos y desembocar en otros.
Y como olvidarme de tu plaza 3 de febrero si tus árboles únicos en toda la región son símbolo de la grandeza y bellaza que deslumbras, plaza querida que en tus entrañas guardas recuerdo de cada acontecimiento cívico digna tú de elogios gubernamentales.
Testigos de sinfines de parejas comprometidas en tus acogedores bancos la cual te hace acreedora de mil y un recuerdo para cada uno de ellos.
Mi Riberalta querida tierra de nadie acogedor pedazo de terruño amado que progresas al ritmo que van desapareciendo tus hijos viejos, el teatro donde se abre el telón de mis sueños, sueños en donde yo soy el protagonista, madre tierra de 4 nombres, es en tu escenarios en donde mis ultimas palabras serán el ultimo aliento de vida de mi humilde existencia, y quisas sean ejemplo de vida a quienes sigas albergando y a ti me uniré el día de mi muerte día en que en la tumba mía caerá la lluvia y juntos estaremos por siempre.
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