La filosofía no es un aire
que eleva la nariz,
habrá que quitarles ese cristalino
de sombras
a ver si no se arrancan los ojos
cuando encuentren en mundo
frente a un espejo
Cerebros tibios y empapados
en un agua lavanda Hieden tan bien
que no se aguantan
quieren ya la impostura
Un cuerpo sutil De gesto trágico
y la mano doblada en gesto ridículo
Atentos! que allí vienen los
filósofos Emperifollados Follados
y acabados
tengan miedo de aquellos en hombros
Los opulentos del espíritu
tienen un hambre mongol
y venas azulosas
De los hijos de Abel y otros cobardes
Su sangre es la historia contada
de la estupidez y la fuerza
La más bruta de las fuerzas Al servicio
y ellos con las manos cubriendo el sexo
Sálvalos Oh Dios poderoso
Con un dedo arrástralos,
hasta disolverlos en el fondo uniforme,
como moco en la túnica de la divinidad.
Texto agregado el 15-04-2009, y leído por 113
visitantes. (2 votos)