He caminado un poco desde la última vez que acaso nos leímos, pero nunca demasiado como para no encontrarnos en esta cita impostergable, efímera supongo como el último respiro encerrado en el aliento, pero innegable como esas cosas que por no palparlas, las olvidamos, pero siguen ahí después de todo.

No hay sueños más que anuden la garganta, prometedores de un esquivo cometido malogrado. Se han marchado demasiado lejos los recuerdos como para pedirles les salgan alas y vuelvan, es después de todo y los mensajes y las llamadas absurdas, demasiado tarde, como no lo fue nunca a causa de la falta de entendimiento.

He encontrado en un "bu" el sentido de venir renaciendo, las ganas de ser joven de nuevo, aunque no haya ocurrido como suene o parezca hace ya tanto, sin embargo y en honor a la verdad tengo algunos pesos encima que no sólo se cuentan como las vueltas al sol, ni simbolizan monedas de cambio corriente. Hoy es el día que me doy cuenta de que siempre seguiré así, solo.

Intento regresar a ese camino de las letras porque de nuevo tengo un motivo que no descansa en los hombros de nadie, una causa antes sangrante que ahora cicatriza, y crece, y se descubre y reinventa conmigo mismo, es el orden de las cosas que no hice por estar ocupado, divagando entre papiros y esculturas, entre sueños y suspiros, intentando forzar un poco demasiado las cosas que nunca serán.

Ahora que solo me encuentro como otrora, puedo con claridad ver que es la hora de reinventarme de nuevo sin una compañía que de apoyo me sirva, y es cuando entiendo que debo ayudarme yo primero, y luego tratar de ayudar a los demás, que a veces no quieren ni necesitan ser ayudados, creo que fue mi culpa por ser tan ciego y necio, las cosas que sembramos en suelos equivocados nunca florecen, y hacer oídos sordos nunca fue tan infructuoso.