Los susurros del viento repiten en su eco el sabor de una sonrisa: no se niega la adicción. Cielo y tiempo en instantes se pudieron conjugar, pues los giros suelen ser precisos. Para respirar(te) y alcanzar(te), olvidando los extremos. Que es arriba y que es abajo, sensación de libertad intentando reinvención. Nos soñamos en caricias el camino hasta tu piel, Mis deseos, uno a uno concedidos con latidos y temblores. Fue más que un beso.
Texto agregado el 15-04-2009, y leído por 247 visitantes. (5 votos)