Lo bueno de los recuerdos es que están, pero no me molestan.
He construido un pozo, dos, tres pozos; pero mis pozos siempre están vacíos.

Claro, claro es que hace poco la locura ha envuelto mi vida. Es en vano buscar aquel cabo suelto,podría decirse que me transformé en una bestia insensata; pero no fué así.
Siento en el fondo que siempre he sido libre y con el tiempo me he amoldado a las circunstancias.
Mis recuerdos son como mis ideas: Nunca acavo de comprender algo, cuando se enlazan muchas otras cosas conocidas a raiz de ese nuevo descubrimiento, y vuelvo a cero.
¡Hay estos recuerdos! se pierden en la niebla, como si no existieran. Como si no estuvieran en mi cabeza.
Como si el corazón los delatara cuando trato de olvidarlos; de borrar mis miserables lágrimas.

Mi cabeza los ha desdibujado, distorcionado, hasta deformado de tal forma que es seguro:
Estoy loca.