Alguien me dijo que debería sacar provecho de mi estado depresivo
Exprimir mis estados, como un limón
Escarbar mi carne hasta dejarla mustia.
Después, supongo que tirarla a un lago y beberme el jugo
Pero yo no puedo tragar mi propia mierda.
Y creo que las palabras hacen la piel insensible
Eso claro si es uno quien las expele,
Cada letra es una redonda esencia de pus espiritual
Lanzada al papel como un algo
Que tiene más de consolador que de catártico,
Como el reflujo del licor que cae cabeza rota al pavimento,
Sangre que lanza la nariz como ojo de lagarto,
Cuando se pasó el pase.
Cosas así, menos desastrosas en forma si lo quieren,
El pájaro matutino que canta al sol de la mañana para olvidar el frio de la noche,
que ya cuenta para volver.
-Pero todo es mentira, mentira es el lamento-
Y uno acaba apegado a estos caligramas
Como la mejor aguja.
Conocí también alguna vez, un marica que repetía desdeñoso
Que el hombre y perro
Son los únicos animales que ingieren su propio vomito,
No estoy muy seguro, nunca me tome la molestia de corroborarlo,
Pero lo creo como motivo
Después de todo, aquí estoy.
Zorro comiendo su pierna
Para liberarse de un mordisco mayor y de acero,
Inventándolos a compartir mi mierda,
Que es carne mi carne,
Canción de un quiebre hipostático
Con el traidor que se sienta en mi misma mesa,
Que es mesa de un solo asiento.
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