...Coged en estos versos, analfabetas palabras que callan lo que dicen,
mas, el que contempla solo su perfil sin asir el hoy de ayer, trabara el sentido
impuesto que los cazadores del tiempo, se acercan...
Dejad callado a los momentos que entran al baño, que recuerdos sin afeitar lustran mis zapatos y con orgullo cocee la carne de las ovejas.
Dejad que las ignorantes tomen mi mano y escupan en mi rostro con permiso de los te han dejado entrar a mi posada, pisada que no deja huella, al igual que la nieve que cae en verano. ¡Si! Debes reírte , llorar o tan solo desnucarte por no entender gustado.
¿Digeristeis?
Me alegro que justicia sentiste en la cárcel, me alegro que el frío quemara la ropa no os pones. ¿Si?, cubre la ventana con tu primer sentido, lúgubre no está, ¿acaso no lo percibes?.
Detente y olfatea la canción que en silencio se construyo.
¿Acaso no?
Llueve la lluvia que llama de hormiga a gaviota, mojada la costa del fluido que sentencio
una vez a los que creyeron en si mismos. Ahogados en humo, nadaron sin salida los mágicos, no momentos, si llagas de Rumel, entre otros. Y así obtuvieron el perdón de quien no los mato, pero si asumió la cruz de oro y papel.
¿Modulas?
Si, a veces muevo mis manos mientras pasa la gente que compra el diario.
No, dejando de lado esto ¿que h-oras son?.
Mas vale un pájaro en la mano que cien picoteando mis ojos, mis umbrales, mis pecados.
Ah sí, esto era una prosa y me detengo.
“Llevo 30 años no vividos,
de los cuales 17 que no cuentan uno mas se aproxima. Y así me quedo con mi centenario que se reflejara en la mano que brilla y que ata mis agujas y mis lares”
Erase una vez un hombre que solía llorar y cantar, hablaba de su ida y con un espejo que no reflejaba su ser, nunca pudo cantar en “Yo”.
Aún no para, vasija quebrajada que caes en mares, y si me sentara ante un suelo, podría ver los mismos cuervos que levantan arcángeles, y palomas que se asesinan para pedir mi paz.
“Mientras la puerta se cerraba quede afuera con mi sudor encendido, pedirle un favor a bolígrafo decidí sin lar alguno en que buscar. Cojo el cielo y abro mi sombrilla, ya que de nuevo comienzo a llorar.”
¿Caras?...
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