Una escucha en mi interior
Que vuelve a ser,
Queriendo darme un mensaje…
Las señales a veces me guían
Y a veces me distraen del camino,
O quizá, también sirven de excusa
Para no vivir lo que uno teme vivir,
Para no enfrentar la realidad
De que aún no se puede,
Por más fortaleza y fogosidad que exista.
Me distraigo en el camino,
Porque estoy cansada de ver la desilusión;
Cansada de que siempre haya “algo más” para mí,
Que nunca sea que al fin lo encontré.
Siempre hay más.
Alguien más.
Algo más.
Un poco más…
¿Para qué comprometerme con lo que no puede ser?
Y si puede ser,
¿Por qué hay una escucha en mi interior?
Me libero y me conecto…
Fluyo y me entrego…
Me entrego a la vida… me entrego a vos…
Aún así, hay algo que se siente equívoco.
Una parte de mí,
Percibe que las cosas no están
Como deberían estar.
Y llama.
La pieza faltante, la palabra justa,
Me está llamando.
¿O serás vos quién llama?
Ya extendí mis manos en lo incierto,
Esperando que lleguen a vos.
¿Serás vos quién llama?
Estoy esperando llegar a vos.