LA TOPEADURA.

Es día domingo y en el ambiente campestre hay olor a poleo y trébol recién cortado.
Estamos en las tierras del gringo Reilech, candidato a Diputado por Temuco. Falta poco para las elecciones de parlamentarios. Por ese motivo, el dueño del fundo “Los Laureles” organizó Carreras a la Chilena y Topeaduras.
Mientras alguien busca pareja para su caballo, en la vara está el capataz del fundo montando un gran potro negro. Con aire de matón desafía a topear :
- Dicen que vino un campeón de Traiguén, quiero verlo grita.
Montado en su “Mulato”, aparece desde unas ramadas Damián, su animal avanza con paso firme, un poco más chico que el “Negro”, pero bien formado.
Las bestias tocan su cabeza y luego cruzan los cogotes, el “Mulato” pasa el suyo sobre el del potro y se recuesta en el varón esperando el disparo de inicio.

Llega el patrón y hace la apuesta:
- Caballo perdido o dos yuntas de bueyes.
- Dejemos en las dos yuntas.
- Son las dos yuntas – grita el Juez y alzando el revólver hace un disparo al aire.
La topeadura ha empezado, los animales forcejean, el capataz golpea con espuelas y rebenque al “Negro”. “El Mulato” no se mueve, resiste bien el embate del potro, las venas hinchadas parecen delgados lazos.
El hombre del fundo sigue golpeando a la bestia, que empieza a mover su cola y orejas, los ojos han enrojecido, el jinete le lanza palabrotas y amenazas, pero todo es inútil, no logra avanzar ni un centímetro.

De la ramada más cercana se oye la voz fuerte y entonada de una cantora, que entrega una conocida canción de nuestro folklor.

- “Apoyada firmemente sobre macizos horcones,
invitando a los campeones suavecita y reluciente,
como durmiendo la siesta, se encuentra fuera é la tienda,
hay una vara en la hacienda, pá topear en día é fiesta…

Damián se da cuenta que el potro está agotado, entonces toca los flancos de su animal, éste empieza avanzar lenta , pero incesante, grita desesperado el capataz y muy entusiasmado los mirones, la guitarrera sigue cantando:

…que linda la topeadura, los caballos forcejeando
y los jinetes gritando en lengua chilena pura,
luego en las enramadas, bailan cuecas con adorno
el viento trae del horno sabroso olor a empanadas”

El “Negro sigue retrocediendo. Para evitar ser barrido, el jinete lo saca del varón, espoleándole brutalmente. La bestia parte en loca carrera, pero a unos cincuenta metros frena en seco, el hombre sale despedido de la montura, aterrizando sobre el pasto y queda maldiciendo a todo el mundo. Nadie se acerca en su auxilio.

El ganador invita a sus amigos a un trago en la ramada de su comadre Juana, ahí encuentra a su compañera ayudando en la fritura.
- ¡ Hola comadre¡ - ¡Hola compadrito¡
- Queremos algo para apagar la sed y celebrar el triunfo del “Mulato”.
- Al tiro compadre, ¿cuántos son?
- A ver, 5, 10, 14, sí somos catorce. Ponga dos tintos y dos blancos, también tres docenas de empanadas.
- No demoro nadita.
Estaba pagando cuando entra el gringo.
- Así que la gallá está celebrando, que se le va hacer, pero en las elecciones yo ganaré y eso es más importante. Damián, afuera están los bueyes enyugados, son tuyos. En verdad tu caballo es como tractor, llegará a viejo sin perder.
Bueno también he venido a invitarlos para el próximo domingo, ustedes saben hay elecciones y quiero que me apoyen, votaremos en Galvarino, Traiguén y Los Laureles. Les pasaré caballo con alforjas bien llenas a todos.
Tú, Damián, irás en el “Tostado”, lo mandaré con el tuerto Dionisio.
- Gracias Don, tengo bestia y desde luego votaré sólo en Traiguén, la Ley no permite votar mas de una vez.
- Todavía no sabes que aquí yo soy la ley, carajo.
- Para algunos puede ser, pero no para mí.
- ¿ Qué te parece, si esto lo arreglamos a rebencazos? Si te gano, tú votas en las tres partes, si pierdo, todos votan en un solo lugar.
De las ramadas sale mucha gente a mirar.

Una vez mas el “Mulato” debe ayudar a su dueño, los jinetes se abren unos treinta metros, el latifundista da la señal de ataque con un feroz grito, corren ambos rebenque en ristre, los animales frente a frente chocan con violencia, el alazán del gringo no soporta el golpe y cae arrastrando al jinete cuya cabeza sangra del rebencazo propinado por el hijuelero.
Damián golpeado en un brazo da muestras de dolor.
- Dejémoslo hasta aquí Don, que sea empate.
- Está bien , ya que lo propones.
Damián estira su mano en forma amistosa para levantar al caído, pero éste saca de su bota un cuchillo, hiriendo el brazo y muslo del que pretende ayudarle. Damián da un chicotazo al traidor, haciendo soltar el arma y le sigue golpeando. Reacciona cuando el rico queda inerte.
Unas mujeres gritan…
- El patroncito está muerto, ¡bandido lo mataste¡
Monta el dueño del “Mulato” y se dirige a la ramada de la comadre, su mujer le espera asustada. Desde un banquillo salta al anca y emprenden veloz carrera.
Mientras galopan dice a su compañera:
- Rosa, yo huiré a casa de tus padres, allí esperaré que mi compadre lleve al “Mulato”, debe hacerlo el domingo bien temprano, todos estarán preocupados en las elecciones, ojala no muera el gringo, de todas maneras iré más al Sur, pasarán años antes de que vuelva a nuestra hijuela.
Ahora llevaré al “Rocillo”, después de una semana te vas a Temuco, ahí nos juntaremos y en unos días yo partiré.
- Así lo haré mi amor, cuídate mucho.