Inmerso en los mares del destino
Mi destino era encontrarte
Y sumergido en los ayeres, confundido
Imploro nunca de mí alejarte

Sumido en la ignorancia de tu sentir
Añorando escuchar de ti ciertas palabras
Recordando a todo momento que probé el elixir
Que los dioses una vez más me han de prohibir.

Acompañando cual sangre a tu corazón
Tratando de alejar los males en ti
Flagelando la carne que lo haría todo
Por ver tu rostro una vez más sonreír.

Buscando las palabras correctas
Me doy cuenta que no soy yo
Quien debería de curar tus alas
Y verte volar una vez más por el cielo.

Tratando de ser el pilar de tu vida
Y el eterno compañero de tu alma
Mi ánima se sentirá agradecida
Si una vez más le das una sonrisa.