llegué trayendo risas consternadas acantilados de tragedias abismos de esperanzas temblores de manos constantes que llaman de tanto amor escarchadas... mudas de un silencio amargo cuando llegó la voz me hice silencio tras la mañana nueva me arrojé corazón batiente y desperté con un dolor cansado no supe más... ya no hay espera xx x mmv
Texto agregado el 12-04-2009, y leído por 331 visitantes. (15 votos)