Miles de años, y las huellas
palpitan en cada vibración de vida
descubierta en la luz hermanada de las sombras
que ingenuamente han ignorado los herederos.
La luz artificial esconde
la naturaleza del inicio,
las palabras de condena
son hermanas del rezo
Una sola humanidad
un solo extravio,
un solo invento maldito
camuflado en el falso escape.
Presente está en los atómos
la energía olvidada
por quienes se dicen los científicos
descubridores de la masa deforme
que resulta la existencia...
Abrazo la fe natural,
esa que nos muestra
aquello que está y no está.
Texto agregado el 10-04-2009, y leído por 933
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