Recuerdo futuro

La tarde otoñal los recibe en la puerta de un hogar donde el cuerpo grueso del hombre se muestra grotezco, vulgar ante la presencia fina de la mujer que no puede creer lo que ven sus ojos: un esperpento, babeante que quiere jugar al macho y sólo despierta en la muchacha la repulsión con esas manos regordetas, asesando sentado en esa silla que parece no poder contenerle, que cruje y luego se desmorona como la ilusión de la fémina que observa que el sapo sigue siendo un sapo, que nunca será un príncipe como prometía el cuento que anunciaba un final distinto a la carrera que emprende veloz hasta volver a la realidad , a su mundo, a este sglo XXI donde ella respira feliz y ni bien sabe si es sólo un mal recuerdo de una pesadilla o el futuro negro que la espera al otro lado de la puerta.