Vi en unos ojos tan profundos... que se volvian universo. El universo del otro lado del espejo de tu mirada. Vi como tu cuerpo desnudo se estremecia frente a mi rostro tierno. Esta vencida en una luz tan llegadera, tan mia, tan nuestra... Eramos vos y yo nada nada más. Vos y yo el mundo que no conocemos se hacia de papal entre mil quinientas fugas de estrellas. El mundo... se hacia nuestro. La música en mi cabeza rezonaba como miles de gargantas aullando a la luna. Encontramos el amor entre tu almohada y la luz amarillenta de tu velador, fingiamos una noche de futuros años que vendrán bañados en estrellas. Verguenza. A veces el amor no es como uno espera... es mucho, mucho mejor.
Texto agregado el 10-04-2009, y leído por 126 visitantes. (4 votos)