Abdel Aziz -, estaba feliz con la llegada de su tercer hijo. Las comadronas de la tribu atendían a Zaida, su esposa que soportaba con total estoicismo el parto.

El agua caliente, las carreras de las mujeres y Abdel, que se paseaba nervioso de un lado para el otro a la entrada de su tienda nómada, cuando se escucha el llanto agudo del infante.

Llega una mujer corriendo a donde él estaba diciéndole Abdel, Abdel, eres padre de una hermosa niña. Este elevando las manos al cielo dijo: Gracias a ti Dios por la ventura que me has concedido.
Él era ahora padre de tres hijos, 2 varones y una hembra.
¿Cómo le iba a llamar? Se le iluminó la cara y dijo:--Ella es una princesita, así que se llamará Amina.

El hogar de Abdel Aziz, estaba compuesto de dos tiendas. Una era para el y sus hijos y además para recibir a los amigos.
La otra tienda era para Amina y su hijita.

Por costumbre los hombres se reunían solos sin mujeres, y si venían acompañados de ellas, las enviaban a la carpa de Amina: ahí las mujeres parloteaban y se contaban sus secretos.

Abdel tenía un camión de los rezagos del ejército francés, un Renault, viejo pero aún servicial, que le servía para traer y llevar provisiones y correspondencia para los habitantes del poblado.

El prefería seguir las costumbres de su tribu. Era un nómada, aunque en el siglo 21 no era lo mismo que hace 100 años, cuando las caravanas de camellos cruzaban los desiertos del norte de África con mercancías y armas.

Abdel soñaba con esos tiempos cuando solo era un mocito de 15 años acompañando a su padre.

Su padre y el padre de Zaida, que eran del mismo clan decidieron casarlos lo antes posible, pues las mujeres de esos lugares ya menstruaban a los 13 años.

Entre regateos y conversaciones de los 2 hombres, al fin llegaron a un acuerdo; el padre de Zaida le entregaría a Abdel, 3 camellos juveniles para su uso, como dote de su hija. Listo y el acuerdo quedo cerrado.

La madre del Abdel, lo llamó para que se presentara a donde su padre, quien le dijo: Hijo este fin de mes te casaras con la hermosa hija de mi amigo Azhar, pero antes de la ceremonia Zaida y su madre irán al hospital para la revisión de costumbre para estos casos.

Pasaron más de 30 días y no aparecía la muchacha. Un día estando Abdel arreglando el auto de su padre, llega su madre y le dice: Anda a la casa de Zaida y pide permiso para verla.

Eso hizo y la madre apareció con esta diciéndole a Abdel, Toma este certificado médico para que sepas que mi hija es virgen y no tiene ninguna enfermedad sexual.

El muchacho se cortó entero, no sabía como encarar el asunto de su futura esposa, dándose media vuelta escapo de la casa en dirección a donde estaba su padre y entrando le dice: ¿Padre que significa este papel?

El hombre le dice: déjame verlo; cuando lo tiene en sus manos le dice a su hijo: Zaida es una mujer sana, no tiene ninguna enfermedad y aquí dice que es virgen, lo que es mejor para ti. Serás el primer y único hombre y te dará todos los hijos que tú desees.

Agrega su padre: También dice aquí que Zaida fue operada extrayéndole de sus genitales, el clítoris, así tu mujer te será fiel, porque no tendrá el deseo sexual de mirar a otro hombre. Recuerda siempre eso hijo mío, La mujer en casa y tratada con cariño, pero siempre a la vista de su marido.

Zaida estaba destruida, Abdel la encontró muy desmejorada, avergonzada y silenciosa. Él le dijo: Zaida, yo no sabía de eso, yo no sé nada de esas costumbres.
Ella lo miró y se le iluminó la carita y le dijo: Prométeme que si tenemos una hija, no cometerás ese crimen con nuestra hijita. Abdel se lo prometió.

En un principio en sus uniones nocturnas él la tomaba con inmenso deseo y ella le correspondía con su cariño, pero sin el ardor del juego sexual.
Abdel cambio de táctica, en vez de hacer de ella un juguete sexual, la envolvió con su amor, sus caricias y sus consuelos y la pareja fue consolidando en su cariño y amor.

Ahora Abdel después de tantos años se encontraba nuevamente con el mismo problema, pero ahora el era el padre que tendría que decidir el futuro de Amina, ya que en su comunidad es una costumbre arraigada desde hace siglos.

La niña ya tenía 15 años y era una hermosa mujercita y a pesar de andar cubierta según la costumbre, la belleza de sus ojos trastornaba la mirada de los hombres.

Zaida llego donde su marido y le recordó su promesa, el hombre tenía un enredo en su cabeza ¿Cómo proteger a su hijita y no cometer esa infame costumbre?

Abdel llamó a sus dos hijos que trabajan junto a él. Les dijo:-- Ustedes se harán cargo de la casa y del negocio; yo me ausentaré por un tiempo, pues debo llevar a su hermana en un viaje largo.

Dirigiéndose a la tienda de Zaida le dice: Cariño partiremos mañana con Amina, no les digas nada a nadie de mi destino; inventa una historia de un control médico. Nosotros nos iremos donde mis familiares que están en España, para buscar un lugar seguro para Amina, allá crecerá y esta costumbre bárbara no la tocará.

Muy de mañana partió con su hija llevado por uno de sus hijos al puerto,
para embarcarse con destino a ese país de distintas costumbres a las de ellos, pero seguro para su hijita.

Lo que muestro aquí esta sucediendo en alguna parte de este planeta, en donde por bárbaras costumbres desgracian a mujeres para toda la vida.

Nomade.....Con sentimiento