Capítulo 3
Astart con la tripulación de la nave, llegó hasta un lugar ubicado en lo que hoy es la meseta central de México.
Con él llego el conocimiento de un dios universal, de la medicina, la agricultura, la astronomía, todo esto de la extinta Atlántida.
Debió ser caótico para seres tan avanzados quedar entre las incipientes poblaciones de la edad de piedra, desperdigadas por Mesoamérica.
Con trabajo, paciencia e inteligencia, fue atrayendo a los más curiosos a su campamento en donde quedaban admirados de los artilugios que para ellos era asunto de dioses, por los maravillosos que eran.
¿Que diría por ejemplo un mexica de aquel entonces ante una linterna de Pilas? Seguro para aquel hombre era un milagro de ese viajero.
Desarrollo la arquitectura, enseñando todos los conocimientos que traía de la Atlántida.
Enseñó sobre cultivos rotatorios de plantas aliimenticias.
Hizo posible la auto suficiencia alimentaria por el maíz , y la energía que da el cacao.
Creador y constructor de la más bella ciudad mesoamericana. Teotihuacan, centro de la inteligencia y de la inventiva de los pueblos de México y Centro América, donde despues fueron surgiendo copias de Teotihuacan, con hermosas construcciones, y con centros astronómicos y templos del saber.
Fue llamado Quetzalcoált y también Kukulkán (La serpiente emplumada) por su sapiencia y rostro barbado.
Una vez que la ciudad estuvo en pie y fuera autosuficiente, decidió volver en búsqueda de su familia, prometiendo regresar, perdiéndose en el tiempo.
Fue entronizado como dios y en las paredes de los templos aparece su figura con su rostro y su cuerpo de serpiente y hasta hoy en día, se le recuerda con afecto y admiración.
Ciudades tan maravillosas y muchas de ellas mejores que muchas del viejo mundo, se mostraron ante los conquistadores, como Hernán Cortez, por nombrar a alguno
Continuara
Nomade.... |