Cada domingo amarraba mi personalidad, para poder ser bienvenida a la casa del Señor, una misa que para mi duraba 18 horas y en realidad era 1, en la cual dejaba de ser yo, me mordía la lengua para no decirle un par de verdades a un reguero hipócritas de viejas, no fuera que me dieran mi “tablazo” por hablar la verdad, debía acatar como toda una señorita lo dictado por la sociedad: No subir la voz, no ver hasta tarde televisión, no discutir, no reír a carcajadas, no abrir las piernas al estar sentada, no tener sexo hasta estar casada…que al final no sabia ni quien realmente debía ser yo, que estaba permitido y que no, los novios, las fiestas, las drogas y el alcohol era tema prohibido, recibir cualquier cosa del sexo masculino era un pecado capital mayor, debía recordar que Dios me vigilaba todo el tiempo por si llevaba la contraria o desobedecía las reglas que a todo el sexo femenino le fueron impuestas y el incumplimiento de las cuales me harían irme derechito al infierno (por si me asaltaba alguna duda al respecto me colgaron un cuadro de el Corazón de Jesús de to’ el tamaño…que los ojos se me iban atrás pa’ cualquier lado que yo pensara escapar) pero mas miedo le tenia yo a la golpia’ que me esperaba si tal hecho era descubierto, que al castigo del mismísimo señor Dios, que a las llamas del fuego eterno, que loco de la esquina y al cuco que me comería según un reguero de ignorantes que desconocían la correa negra que era la fiel compañera de mi madre y vivía detrás de la puerta llamada “LA BESTIA”.

Cuando por alguna razón la tan afamada BESTIA no se encontraba a la disposición, en su sustitución eran utilizado lo detallado a continuación: Varitas o ramas finitas que picaban ma’quel diablo, jalones de orejas, los cuales eran preferidos a que le agarraran a uno los pelitos que quedan cerca de la nuca, patillas o detrás de las orejas, pellizcos mortales, Cepillos voladores que pasaban a millón por encima de la cabeza y si te agarraban, no recordabas nada, solo queda un permanente dolor de cabeza y un Chichón multicolor, Las chancletas samurai que eran arrojadas a nuestra persecución hasta que por fin dejaba el ramalazo como fiel prueba de haber obrado mal ante los ojos y los mandatos de Dios…pero cuando no se encontraba ninguno de los anteriores cualquier objeto podía convertirse en una arma de tortura especialmente para mi cariñosa y devota madre, que me enseño las silabas gracias a los fuetazos diarios los cuales duraban deacuerdo al numero de silabas que contaba la frase recitada, y según ella, todo eso era mejor que si me castigaba Dios, desde ahí debo reconocer que los domingos en misa ya no eran los mismos, parece que toda esa gente que se reunía para oír chismear sobre la vecina que leía la palabra ese día y comer las galletitas que nunca me brindaban, no conocían al Señor que yo conocía.

Ya era personal, Papa Dios tenía un problema conmigo y yo con el, ahora el levantarme a las 6 AM un domingo, ponerme unos vestidos horribles de tela de cebolla y un reguero de ganchitos, aguantar ser pellizcada en los cachetes por cuanta monja sádica y viejo escamoso presentado como otro tío con cara de morboso, chorreando baba, se acercara a saludar y a ver lo que había crecido desde el domingo anterior era para mi una pesadilla, buscaba sin éxito como librarme de ese atropello a la libertad de expresión…si no podía siquiera virar los ojos, debía permanecer despierta en el sermón, sentarme derechita en esos asientos tan incómodos, no entrar al bufete de las galletitas esas…porque aun no estaba capacitada, no se que significaba eso, que discriminación, y me tenia quedar callada y tranquilita como si estuviera conforme, para mi como que nos habíamos equivocado de Dios, tenia una gana de despedirlo, de colocarlo en el grupo de mis enemiguitos, pero a decir verdad por temor acabe cediendo...es que ustedes no tenían un cuadro como el que tenia en mi casa yo y no por ser interesada pero por si había alguna conexión entre este Señor y los Reyes Magos no quería que mis regalos pagaran por ello...yo con las injusticias no voy!!!

Sin embargo mi fe y la relación que tengo con el Barbú (nombre cariñoso dado por mi a Papa Dios al pasar el tiempo) ha tenido sus altibajos con el transcurso de los años, nos retamos, nos hablamos, de una forma u otra nos entendemos, aun cuando no entiendo su plan y me encapricho con algo en vano, señalo, juzgo o desafío, creo que el hasta se divierte un poco conmigo, mas cuando me enojo con el por hacerme una jugada un poco sucia o cuando a pesar de todo me saca a ultimo momento de algún lío en el cual me creía perdida…no valieron comuniones, golpizas, confirmaciones, que por fin me dieran a probar la jodia galletita (Ostia), visitas al vaticano, ver la película pasión de cristo y llorar un paquetón, dejar de tenerle tirria al papa por su cara de satánico, oír metal, leerme el tarot, asistir a misa solo si era una obligación, cometer pecados diariamente, no seguir sus leyes, nada fue lo suficiente para que Dios desistiera, tirara la toalla y lo movieran de su puesto permanente…no dejo de preguntarme constantemente que estará tramando, cual será el plan divino y si incluye algún castigo lo cual confieso, no me seria grato, ni divertido si ha tomado en cuenta cada una de mis faltas y desvaríos, seria un total desencanto que se relacione con llevar los mandatos de alguna religión…si es así, estamos todos ma’jodidos que cuando se le tiro el FBI a Quirino.

SR.-