¿Qué ve el hombre de traje gris y maletín en mano, con la mirada en alto y los ojos muertos? ¿Adivina la escamosa culpa que se expande y se retuerce, rebosando sangre y aceite, bajo los restos de su naufragio? ¿Distingue acaso las señales de tormenta en el horizonte incrédulo, y levanta su nariz con orgullo frente a la ruina inminente? ¿Sabrá entonces hacerse preguntas? ¿Sabrá navegar sobre sus propias aguas negras?
Texto agregado el 06-04-2009, y leído por 152 visitantes. (2 votos)