Todo es complicado, aun cuando no se piensa, la voz es tan solo un suspiro y hace llorar no con gotas de agua, pero se derrama pedazos de ayer; se creía que esto era una enfermedad pasajera pero aquí esta, la agonía continúa aun en la oscuridad.
Los demonios amarrados bajo la cama salen a deambular entre los restos de este áspero día, cuanto se imploro por qué no llegara, pero que va las plegarias son tragadas por las heridas de la espera; al amanecer las cartas están regadas y no se sabe qué hacer, el cerebro no reacciona no permite decidir y la confusión se apodera de los pies…
La salvación permanece sumergida en su bolsillo y que se podrá hacer si la muerte al igual que el fin se ríen de esta patética situación y la mirada sin sentido no piensa, tan solo permanece allí juzgando, observando este sin sentido de esta completa dramatización enjaulada en la prisión de los ojos para que nadie le haga daño…