Han pasado los tiempos aquellos

en los que decir papagayo

era decir niño

bandera blanca

¡Frágil!

¡Cuidado!

Hoy los tiempos son otros.

Y es menester estar alerta

para no confundir las balas con los tordos.

Un tordo es un pájaro negro

atolondrado pero nuestro,

que anida en los árboles y a veces

por escasez o por venganza arranca

de la cabeza de alguno un cabello

para construir su casa.

Una bala, en cambio,

no puede sino sernos ajena.

Y es capaz de anidar en la cabeza

de un niño que vuela un papagayo

que tal vez tiene

pintado un espantapájaros que ignora

que una bala no es un tordo

aunque también es negra.

Y cuando silba

no llama a la vida

sino a la muerte, al grito

y al final al silencio.

Por eso en estos tiempos

conviene escuchar con atención

de las aves el canto

Y mirar con cuidado hacia arriba

no sea que un día los pájaros

abandonen el cielo

Y sólo queden negras balas

rompiendo el corazón

del firmamento.


NOTA: Papagayo=cometa, barrilete, papalote.