Hace unos cuantos años atrás una pequeña de 18 años se hacia grande al entrar a la Universidad, Facultad de Medicina; aquí percibió la diferencia que existía entre lo que la rodeaba y lo que la rodea en ese momento. Siempre fue educada en planteles de su género, no conocía el trato continuo con el género opuesto, era muy esquiva a las amistades; menos mal que estaba junto a compañeras que ingresaron con ella y durante el primer año estuvieron juntas. Al cursar el segundo año sin ninguna de sus otras compañeras y con horarios diferentes, conoce a un estudiante que cursaba el quinto año, alto, bien parecido y de ojos verdes; con una labia única. Tantos encuentros con él, que obviamente el susodicho planificaba, y tanta negativas de ella un buen día la siguío y le pidio que lo dejara acompañarla a la parada de autobuses, se sentaron en una banca al pie de la parada, conversaron sobre como les iba en el curso a ambos, de pronto entre palabras que vienen y van, él la tomó entre sus brazos y abruptamente robo de ella uno de los besos más apasionados, profundos, pero al mismo tiempo grotesco; pues ella no sabia de besos ni tiernos ni forzados; y apartándolo corrió e hizo detener un taxi para huir de aquello que no sabia que era. Al llegar a la casa tal fue su impresión que directo al baño llegó a limpiar la impureza que había manchado sus labios y en ese entonces pensó que ella había sido usada y por tanto debía aceptarlo como su novio, ni si quiera enamorado. Con el tiempo, ella, aceptando toda clase de desplantes de él, amoríos clandestinos con mujeres que daban al pérfido el alimento a sus instintos más bajos y ruines, decidió casarse pensando en que las cosas cambiarían, pero fueron peor que nunca, jamás la neófita en relaciones amorosas dijo palabra de queja alguna, los engaños continuaron y ella se propuso jamás tener hijos, cuidando su vientre para aquel fruto del verdadero amor y por fin abre los ojos a la realidad, después de cuatro años de matrimonio, toma la decisión de separarse de él. Sin duda alguna el aceptó y la dejó en paz, pues no llenaba las espectativas de lo que él requería. Pasaron cinco años y ejerciendo su carrera de medicina conoce al hombre de su vida, también divorciado. Un hombre que lo tíene todo y no le faltaba nada, sin embargo su familia, su madre y hermanos no lo querían, lo rechazaban. Pero a ella no le interesaba, se casó con él, al poco tiempo muere su padre y tuvieron que vivir con la madre de ella. Con un dificil convivir, pues aquella madre quería tener el poder absoluto de decisión en el hogar y fuera de él, constantemente la torturaba a su hija para que exigiera a su marido, para ponerla en contra de él, nunca valoró el amor que aquel hombre y aquella hija sentian mutuamente, y como en las novelas entre tejió mentiras, difamaciones y discusiones en contra de aquel hombre. Después de soportar 8 años de amargura en ese matriarcado ella toma la decisión de aceptar la propuesta de años que su esposo le hacía, dejar abandonada a su madre, pues ella ya había dejado abandonada a su hija con sus constantes ataques y agresiones. Encontraron una casa preciosa y junto a sus dos hijos encontraron la felicidad absoluta siendo felices hasta ahora y por siempre. Pero su madre, la pobre quedo sola, infeliz y enferma a lumbrales de la muerte que sopla a los pies de su cama. . . . . . F I N . . . . . . . |