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FUTURESCOP





Episodio 1
Año 2050, en el mundo hay muchos adelantos, ya algunos coches vuelan sobre el suelo a medio metro, no han podido conseguir que suban de altura el vuelo, pero lo está investigando para que lleguen más alto. Para que la gente se transporte, se ha inventado un Esfericobús, una especie de teleférico gigante, que va pasando por la alto de la ciudad, a través de cables de aceros y a una velocidad de 200 kilómetros por hora, debido a su estabilidad, los pasajeros no notan el balanceo del vagón colgado.
Pero lejos de todo eso, está un chico, un chico a quien le gustaba los adelantos y soñaba con crear sus propios inventos, para ayudar a la humanidad.
Su nombre era Javier Trez, moreno, alto, ojos claros castaños, delgado, soñador y conmovido por la timidez, era sin duda un gran chico, querido por sus conocidos. 18 años de edad, vivía con sus padres, salía con sus amigos y se encontraba en el fondo solo, por que no encontraba a la chica que le quisiera lo suficiente.
Trabajaba conduciendo una máquina de extraer aceitunas, debido al adelanto en el campo, las personas tenía que estudiar para manejar las máquinas, ya no quedaban trabajadores en la aceitunas, solo los dueños, las máquinas y quien manejaban las máquinas.
Javi, había estudiado durante dos años, para conductor de maquinaria agrícola, pero su verdadero sueño era acabar con un invento, que nadie había logrado crear y que era sueño de muchos, la Máquina del tiempo. Le gustaría saber como iba a ser su futuro, el de su familia, quien sería su mujer, ¿tendrías hijos?, ¿cómo será el mundo y qué adelantos habrá?. Aunque sabía que era imposible crear ese invento, pues nadie lo había logrado, él sentía que debía intentarlo.
Fue un día normal, o casi normal, cuando Javi regresaba a casa después de 10 horas de trabajo. Justo en la puerta del los pisos donde residía, había un hombre extraño, rapado, pantalones y camisa negra, con gafas de sol, era muy llamativo.
- ¿Javier Trez?- preguntó el extraño.
- Sí, soy yo- contestó Javi.
- Ven conmigo- dijo el extraño, apuntando con una pistola a Javi.
- ¿Estás loco?- dijo Javi caminado, obligado por el sospechoso- hay muchas personas, no ves que te están viendo y llamará a la policía.
- No hay problema- dijo el sospechoso, que se tocó el reloj.
Al tocarse el reloj, algo extraño sucedió, y fue increíble para los ojos de Javi, entraron en una dimisión misteriosa, solo se podía ver muchos colores hermosos alrededor, era como sus sueños.
- Ahora te encuentra perdido en el pasillo del tiempo, aquí nadie nos verá- explicó el sospechoso.
- ¿Qué quieres de mí?- preguntó Javi.
- La pregunta es, ¿qué no quiero de ti?- preguntó el sospechoso.
- Yo ni siquiera te conozco- dijo Javi.
- Tu vida es muy importante, permanecerá aquí perdido en el tiempo muchos años, solo, para que nadie te encuentre- explicó el sospechoso.
- No entiendo nada de esto- dijo asombrado Javi.
- Adiós- dijo el hombre desapareciendo de allí.
- ¡Espera!...- gritó Javi.
Javi estaba solo, rodeado de luces de colores, por más que caminara, no avanzaba. Gritaba, pero allí no había nadie.
Sentía que era su fin y se arrodilló y se echó a llorar desesperado.
- Ojala sea solo una pesadilla y despierte- decía una y otra vez.
Al pasar media hora aproximadamente, pudo ver a lo lejos, una figura humana que se acercaba. Javi empezó a gritarle, mientras se acercaba a él lentamente.
- ¿Eres tú otra vez?, ¡sácame de aquí!- le gritaba Javi.
Cada vez la persona estaba más cerca, finalmente se encontraba a un metro de Javi. Se trataba de una chica morena, ojos castaños, pelo largo y liso, era delgada y alta. A Javi le parecía hermosa. La chica le sonrió a Javi y le dijo:
- Ven conmigo, te sacaré de aquí.
La chica extendió la mano, invitando a Javi a darle la mano.
- Gracias- dijo Javi dándole la mano.
Al darle la mano, la chica tocó su reloj, al igual que el anterior individuo y las luces de colores que les rodeaban, desaparecieron.
Pero las cosas no eran iguales, Javi abrió bien los ojos y vio un mundo nuevo, coches volando por el aire, edificios enormes, miles de personas caminando por las calles con indumentaria exótica, farolas extrañas, poca vegetación y abundancia de contaminación, a Javi le costaba mucho respirar, sin duda alguna estaba en el futuro, ver para creer.
- ¿Qué es esto?- preguntó Javi.
- Bienvenido al año 2107, ¿te gusta?- preguntó la chica sonriendo.
- No esta mal- contestó Javi.
Javi seguía mirando a su alrededor, sin saber como estaba allí, ¿sería un simple sueño o era real?
- ¿Cómo te llamas?- preguntó de nuevo Javi.
- Sonia- contestó con amabilidad la chica.
- ¿Quién era ese tipo de antes?- preguntó otra vez Javi.
- No lo vi, pero creo que trabaja para Mauricio Conez.
- ¿Quién?- se asombró Javi.
- Parece que te voy a tener que contar muchas cosas- dijo la chica, invitó a Javi que le acompañara caminando- ven conmigo, te lo contaré todo.
Caminaron hacia un lugar que parecía ser la carretera, aunque no era de alquitrán, era de aluminio y las rayas eran de láser. Y sobre todo, los coches pasaban por encima volando, nunca tocaba el suelo, solo para aparcar y recoger personas. Un coche bajó y enfrente de Javi.
El coche era ovulado y azul metálico, cristales negros, tubo escape plateado, sin ruedas, tocaba el suelo con cuatros patas de acero, poseía dos puertas estrechas y casi de la altura del coche, que una de ella se abrió de arriba abajo, como si de una rampa se tratase.
- Debe de ser, Jonás- dijo Sonia.
- ¿Quién?- preguntó Javi.
- Sube, es amigo.
Sonia y Javi entraron en el coche, dentro era asombroso, dos asientos delante y una especie de sofá atrás, todos de cuero. El asiento del copiloto, se tendió entero como si de una cama se tratase, y se cubrió del acero con el que estaba hecho el coche, como si fuera tapado por una puerta. El piloto era un hombre alto, bastón, muy pelado y castaño, mirada dura y cara ancha.
- Buenas, aquí está con nosotros, Javier Trez- dijo Sonia.
Jonás miró el espejo retrovisor, que era también ovulado y cristales negros, y dijo:
- Es tal y como decía.
- No sé de que va todo esto- dijo Javi.
- Es el momento de explicártelo- dijo Sonia, que tras una breve pausa, contó- aquí en el futuro eres una leyenda, eres nada más ni nada menos que el creador de la máquina del tiempo…
- ¿yo, creador de la máquina del tiempo?, te tiene que equivocar, es mi sueño, pero jamás sería capaz de construirla- interrumpió Javi.
- Pues si eres capaz y no veas, eres el único que sabes hacerla funcionar correctamente- explicó Sonia.
- Esto tiene que ser un sueño, no es real- decía Javi.
- Sonia, demuéstrale que es verdad- dijo Jonás, que conducía.
Sonia sacó de su bolsillo una especie de lápiz negro, con punta plateada, la que puso en la mano a Javi.
- Lo siento, Javi- dijo Sonia.
Javi sentía un dolor cruel, nunca había sentido tanto dolor, el extraño lápiz, le había hecho daño.
- Ves, sientes dolor, si fuera un sueño, no te dolería- explicó Sonia.
- ¿Qué es?- preguntó asombrado Javi.
- Un pen celular- contestó Jonás.
- Tú eres el único que sabes arreglar la máquina del tiempo- dijo Sonia.
- ¿Arreglar?- preguntó Javi.
- Sí, está rota- dijo Sonia.
- Pero, yo he viajado- dijo Javi.
- Sí, pero es debido a una pequeña parte de la potencia total de la máquina del tiempo, que se almacena en 3 relojes, creados por Mauricio Conez, que aprovechó la energía de la máquina original.- explicó Sonia.
- ¿Pero solo 3 relojes?- preguntó Javi.
- Sí, el gobierno descubrió su invento y lo detuvo antes de que crearan más relojes, sería un caos en el mundo si todos pudiesen viajar en el futuro.
- ¿Y por qué me necesitáis todos?- preguntó Javi.
- Tú solo puedes arreglar la máquina del tiempo- dijo Sonia.
- ¿Yo?- se sorprendió Javi- pero si ni siquiera sé como la he inventado, mucho menos arreglarla.
- Pero tienes ideas, piensas en construirla, es tu sueño…- intervino Sonia.
- ¿Cómo lo sabes, conoces mi vida?- preguntó Javi de nuevo.
- Sí, te lo dije , eres muy famoso- dijo Sonia.
- ¿Y por qué no la arregla mi yo de esta época, es decir mi futuro yo- dijo Javi.
Sonia y Jonás se quedaron en silencio y triste, Sonia se arrancó a hablar.
- Porque tú estás muerto.
- ¿Yo?- quedó sorprendido Javi.
- Sí- dijo Sonia tristemente.
- ¿Cómo?
- Contaminación, problemas pulmonares, sospechamos de que Conez te ha envenenado, pero nunca lo hemos demostrado- explicó Sonia.
Javi se quedó tristemente.
- ¿Y no puedo salvarme de mi muerte?
- Sí, solo tienes que arreglar la máquina y así absorber la energía de los relojes.- explicó Jonás, que hasta hora pertenecía callado.
- Así, podía regresar tú solo a la época donde moriste y curarte con adelantos traídos del futuro para tu enfermedad, y así evitar que Conez cree sus relojes.- explicó Sonia.
- Ahora esto tiene más sentido- dijo Javi.
Javi tenía a la vista, el reloj de Sonia, que yacía en su muñeca.
- ¿Puedo verlo?- dijo Javi refiriéndose al reloj.
- ¿Cómo podía impedírselo a un genio que ha hecho mucho para su funcionamiento- dijo Sonia, quitándoselo de la muñeca y entregándoselo a Javi.
Javi tenía el reloj, había una fecha, el día, el mes y el año, y tres botones, uno era para el cambiar el día, otro cambiaba el mes, y el último el año. Javi podía volver a su época cambiando la fecha del reloj, pero abandonaría a Sonia y Jonás.










• Si quieres que Javi diga “nada de esto me importa” y regrese a su época, episodio 6.
• Si quieres que Javi permanezca en esta época y diga “Bonito reloj”, episodio 2.

Episodio 2

Javi le devolvió el reloj a Sonia, y le sonrió:
- Bonito reloj, ¿quienes tiene los otros dos?
- El propio Conez poseo otro, y un tercero desapareció misteriosamente.- contestó Sonia.
- ¿Y cómo lo tienes tú?
- Jonás fue un agente infiltrado en la empresa de Conez, logró “tomarlo prestado”- dijo Sonia con risas.
- ¿Qué quieren de mí los hombres de Conez?- Javi.
- Quería que estuvieses perdido en el tiempo, para que nosotros no te encontráramos- intervino Jonás.
En ese momento se hoyó un extraño ruido.
- ¡Nos atacan, los hombres de Conez!- exclamó Jonás.
Un coche le perseguían, Javi podía ver rayos de luces de colores, rojas y azules, que cuando contactaba con algún objeto, lo destrozaba como si fueran balas de pistola. Sonia sacó una pistola y disparaba por la ventana hacia atrás, Jonás trataba de despistarlos, doblando en todas las calles y pasando entre medio de los otros coches.
En ese instante, se oía la sirena de la policía.
- ¡La policía!- dijo Javi.
- Han debido de activarse los robots policía, debido a adelantamientos prohibidos.- dijo Sonia.
- ¿Robots?- Javi.
- Sí, estas líneas de láser de la carretera, detecta las infracciones de los conductores y dar la alarma a la policía, o algo peor, los robots de la policía.- explicó Sonia, que seguía disparando.
Jonás logró despistarlos, gracias a un disparo de Sonia, que dio en los parabrisas, rompiéndolos y haciendo que sus enemigos perdieran la visión. La policía estaba detrás del coche de Jonás, y Jonás bajó hacia el suelo. Un robot vestido de policía se bajó del coche patrullar, que era como el resto, ovulado, cristales negros, decorado policialmente.
- Hemos detectado una infracción- dijo el robot, asomándose por la ventanilla.
- Lo sentimos- dijo Sonia dándole una tarjeta al robot.
El robot la examinó con sus ojos láser.
- Lo sentimos agente Sendal y agente Villanet, puedes continuar- dijo el robot policía.
Por el camino, Javi preguntaba sorprendido:
- ¿Agentes, sois polis?
- No, algo mejor, trabajamos para la organización, Futurescop- dijo Sonia.
- ¿Futurescop?
- Sí, agentes que vigilan el tiempo y ayuda a la mejora de los instrumentos de necesidad.- explicó Sonia.
- Estarás cansado, será mejor que descanses hoy- dijo Jonás.
Llegaron a un piso, curiosamente el piso tenía su espacio para que el coche aparcara, sin tener que bajar. El piso era fantástico, ventanas redondas, sofás- cama, neveras modernas, lavadoras que lavaban ropas y a la vez la secaban, lavabos con agua regulable a la temperatura deseada, la bañera también con temperatura regulable y con una especie de goma enchufada a un cepillo, que servía para lavar con agua y jabón; la habitaciones con camas de un material suave y con mucha comodidad, con un televisor que salía de sus cabezales.
- Descansa, mañana será otro día.- dijo Sonia.
- Una pregunta, ¿quién es el agente Sendal?
Sonia reyó y le contestó simpáticamente.
- Es Jonás, yo soy Villanet.
- ¿Y de quien es este piso?
- De la agente Villanet- dijo Sonia sonriente.
Sonia se marchaba, pero antes le dio dos besos a Javi, era sorprendente, solo los familiares le había dado beso antes de dormir.
- Sonia, ¿como se apaga el televisor…?- Sonia ya no estaba y Javi se quedó poco a poco dormido
El televisor se apagaba solo, detectaba cuando le prestaba atención y cuando no, si no detectaba la mirada humana, se apagaba.

Al día siguiente, llegó Sonia a la habitación y despertó a Javi.
- No tenemos que ir- dijo la chica.
- ¿A dónde?- preguntó Javi quitándose las legañas.
- A ver la máquina del tiempo.
- Pero si es muy temprano.
- Sí viajaras más a menudo por el tiempo, no diría eso, pues nunca hay tiempo que perder- explicó Sonia.
Javi, Jonás y Sonia, viajaron de nuevo en coche, está vez legaron a un edificio enorme plateado, de unos 20 pisos y 50 metros de altura.
- ¿Qué es esto?- preguntó asombrado Javi.
- Bienvenido a las instalaciones de Futurescop- contestó Jonás.
Entraron en el edificio, la puerta se abría automáticamente a estar cerca, solo que a una velocidad increíble y para que pudieran pasar los tres enfilados, ya que la puerta se podía abrir más.
Dentro del edificio, había muchas personas vestidas igual que Sonia y Jonás, trajes azules metálicos y gafas del mismo color. Había muchas puertas, para los despachos, para los servicios, etc. Los demás agentes saludaban a Sonia y Jonás por sus apellidos.
Llegaron a una puerta redonda gigante y con un ordenador al lado. Sonia acercó el dedo al ordenador y éste reconoció sus huellas dactilares. La puerta se abrió de una manera asombrosa, de manera exótica, como si llevara muchos mecanismos.
Allí dentro estaba, la máquina del tiempo. Javi nunca se la hubiese imaginado así, era una especie de puerta gigante abierta, hecha de nitrógeno, aluminio y aleación. Se podía observar que llevaba muchos cables y botones, con ordenadores. Y en el otro lado de la sala, había un hombre con bata blanca, pantalones y gafas azules metálicas.
- ¿Tú debes ser Javier Trez?- preguntó el hombre.
- Sí.
- Eres tal y como me dijeron.
- Él es Eduardo Pino, el mejor científico del mundo- dijo Sonia.
- Mucho gusto- le dio la mano Eduardo a Javi.
- ¿Esta debe ser la máquina del tiempo?- preguntó Javi.
- Sí, ahora solo es una máquina sin funcionamiento.- explicó Pino.
- ¿Cómo funcionaba?- preguntó de nuevo Javi.
El científico empezó a reír y le dijo a Javi:
- Raro es que su creador no sepa como.
- Oye, no tengo ni idea como voy a inventar esto…
- No te preocupes, te lo explicaré, al introducir los datos del día al que quieres viajar en el panel de control, pulsamos el botón de “Comienzo” y aparece en la puerta moléculas microscopia, que viajan a una velocidad superior a la luz, que podemos observar por su llamativo colores. Solo tienes que traspasar la puerta y las moléculas hacen que tu cuerpo se fragmente en millones de células, que al mezclarse con las moléculas, hacen moverte a una velocidad de luz, es decir, que tu cuerpo se tele transporta por el aire, hacia el momento de la fecha introducida, nos introducimos en un universo paralelo, tras viajar por el espacio superando la fuerza electro-magnética y la de la propia gravedad, incluso agujeros de gusanos.- explicó Pino.
- Es difícil de comprender- dijo Javi.
- No para su creador- sonrió Pino.
- No tengo ni idea como lo inventaré.
- Todo a su tiempo, te hemos traído para que le eches un vistazo, para saber como arreglarla.- dijo Pino.
Javi se acercó a la máquina, la miró de arriba a bajo, subiendo por las escaleras, viendo los botones, tocándoles, observando los cables, tanteando los materiales… pero no tenía ni idea de cómo arreglarlo, ni siquiera sabía como funcionaba.
- Puedes retroceder en el tiempo- intervino Sonia.
- ¿Cómo?
- Usando mi reloj, puedes volver al tiempo que lo inventaste- explicó Sonia.
- ¿Por qué no lo habéis hecho ustedes, me podía haber salvado?- preguntó Javi.
- Lo hicimos, pero no pudimos, solo tú puedes hacerlo, viaja y lo comprenderás, pero recuerda al viajar, tú pasarás a ser tu propio yo en ese tiempo, lo vivirá todo en primera persona- explicó Sonia.
- Lo intentaré.
- Toma mi reloj, creo que eres de confiar, en el momento que te lo di para comprobarlo, pudiste regresar a tu época y no lo hiciste.
Javi se puso el reloj, aun no lo había probado, sabía más o menos como funcionaba solo tenía que introducir la fecha.
- ¿A qué fecha?- preguntó Javi.
- 2- 02- 2068, el día que lo inventaste.

Sigue leyendo episodio 3




Episodio 3

Javi viajó hacia el día de su invento. Se despertó como si de un nuevo día se tratase, estaba en una cama, no había nadie, solo él. Parecía que todo había sido un sueño, hasta que se dio cuenta de que en la habitación existían aparatos modernos exóticos. Recibió una video llamada por el móvil, era de sus padres.
- Diga.
- Hola hijo, como te va, hace tiempo que no hablamos.
- Pero si ayer te visité.
- ¿Ayer?, no te vi.
- ¿Cómo?
- Estaba discutiendo con papá.
La madre se quedó en silencio.
- No vuelvas a decir eso, ya se que lo quería, ojalá pudiese discutir con él de nuevo.
- ¿Qué le ocurre?
- ¿Por qué lo niega tanto?, papá murió y ya esta, lo querremos siempre, pero no podemos revivirlo.
Javi se quedó paralizado, su padre había muerto, cuando tan solo un día lo había visto, no pudo evitar contener las lágrimas y empezó a llorar.
- Lo siento, hijo, él siempre te querrá.
- Era el mejor.
- Sí.
- Mamá, ¿en qué año estamos?
- Que pregunta más tonta, debe de afectarte mucho, hoy es dos de febrero de 2068.
- No puede ser.
- ¿Qué te ocurre?
- Me tengo que ir, nos veremos mañana mamá
- Eso espero.
De momento Javi se despertó en la realidad, realmente parecía estar en el futuro. Salió a la calle, de un piso que ni siquiera conocía la dirección. En mundo era distinto, muy parecido aquel donde venía con Sonia y Jonás, coches volando, pisos sorprendentes…, Javi caminaba por las calles, mirando a su alrededor, no sabía a donde ir, hasta que recibió una llamada, de nada más ni nada menos de, Mauricio Conez.
- Diga- contestó Javi.
- Hola, Javi, ya está todo listo- Conez le hablaba como si de un amigo se tratara.
- ¿Listo?
- Sí, tenemos los materiales que faltan, lo conseguí del laboratorio del doctor Pino.
- ¿Qué faltaba?
- Nitrógeno mezclado con electrón.
- ¿Para qué?
- Para que va a ser, Javi, para crear las moléculas de nuestro proyecto.
- ¿Nuestro proyecto?
- ¿Qué te ocurre hoy, Javi? Estás muy raro. Ven a verme y hablamos mejor.
- ¿A dónde voy?
- A nuestro local.
- ¿Dónde esta?
- No sé lo que te pasa, pero te lo recordaré, calle Logan, nº 8.
- OK, voy hacia allí.
Conez colgó, Javi siguió caminando y le preguntó a una muchacha que pasaba por la calle.
- Disculpe, ¿la calle Logan?
- Está a tres barrios de aquí, llama a un taxi y te llevará por nada y menos- dijo la chica.
- Pero, ¿cómo llamo a un taxi?
La chica se rió y le dijo.
- Parece que no eres de esta época, levanta la mano y ya te verán.
Javi seguía sin entender, la chica se alejaba y Javi levantó la mano, en apenas 5 segundos, un coche aterrizó delante de él. Era un coche ovulado amarillo, con luz verde libre y conducido por un robot vestido de azul con un gorro.
- ¿Hacia dónde, señor?- preguntó el robot.
- Hacia la calle Logan, nº 8
Javi subió en el taxi, que despegó y viajaba a gran velocidad.
- Sírvase usted mismo- dijo el robot, cuando se abrió una bandeja llena de bombones, detrás del asiento del conductor, en frente de Javi, apareció como harte de magia.
Javi cogió uno, pero no le dio más tiempo de otro, ya habían llegado.
- ¿Cuánto te debo?- preguntó Javi al robot.
- Nada, señor, recuerda es público.
¿Un taxi público?, Javi se quedó impresionado, pero ahora estaba en el futuro, todo era distinto.
Allí estaba el local, era como la portada de una tienda, pero con los cristales tintados oscuros, que no permitir ver lo que había dentro desde fuera. Javi tocó, el posible timbre, ya que era más moderno, Javi pensó que podía ser el timbre. Al sonar, salió en la pantalla, la imagen de un hombre de unos 30 años de pelo rubio, ojos claros azules y que parecía ser amigo de Javi.
- Adelante, pasa Javi.- invitó el hombre.
La puerta se abrió y entró, allí estaba el chico rubio, que era de su misma estatura y también delgado, su ropa era poco más moderna que Javi.
- T e esperaba, Javi.
- ¿Tú eres Mauricio Conez?- preguntó Javi.
- Sí- dijo el hombre riendo- No sé porque estás hoy tan bromista.
- Quería asegurarme.
- Jajaja, en fin, ya tenemos los instrumentos necesarios.
- ¿Dónde?
- Dentro de la máquina.
Allí estaba, la máquina, tal y como Javi la había visto. Javi se acercó para examinarla bien, y así poder ver lo que le diferenciaba de la rota. Javi la miró de arriba a bajo, sin saber cual sería la futura avería, todo estaba igual.
- Solo falta esto- dijo Conez, sosteniendo en su mano una probeta química, que contenía un líquido transparente.
- ¿Qué es?- preguntó intrigado Javi.
- Nitrógeno mezclado con electrón.
Conez colocó la probeta en el suelo, sobre el centro de la puerta.
- Recuerda, la probeta solo dura hasta un determinado tiempo, días, años, etc. Lo peor es, que como nosotros falleciéramos, nadie conocería el secreto del funcionamiento, aunque no se lo podíamos decir a cualquiera, es una acontecimiento histórico, hecho por nosotros, pasaremos a la historia…
- ¿El funcionamiento?- interrumpió Javi.
- ¡Hoy pareces que estás amnésico! Ya sebes al saltar una chispa electrónica de los controles de la máquina, la probeta explotará, dando acción a una reacción química, formando las moléculas que tienen mayor velocidad de movimiento que la luz. Tú lo descubriste.
- Sí, solo quería ponerte a prueba.
- Más te vale, ahora pulsaré el botón…
- ¡No!
- ¿Qué te ocurre, Javi?
- No puede activarla, vengo del futuro y como está máquina ande, será un caos para la humanidad.
- Jejeje, hoy estas muy bromista.
- En serio, tú me asesinará por culpa de este experimento.
- A veces me haces enfadar, pero de esto a matarte…
- Solo debemos de olvidarnos de esto y todo cambiará, futurescop, los relojes….
- ¿Futurescop, relojes?
- Sí, Sonia Villanet, Jonás Sendal, tus hombres…
- Estás loco.
- Te lo aseguro, yo lo he vivido todo en real, ni siquiera soy de esta época.
- Ya lo entiendo, te debe afectar todo esto del viajar en el futuro, están confundido.
- Yo no.
- Sí funciona, podrás hablar con tu padre.
- ¿Mi padre?
- Podrás despedirte de él, ya que nunca pudiste, siempre has estada ocupado en el trabajo.
- Ojalá lo volviera a ver, lo echo de menos.
- Pues activa la máquina.
- No podemos.
- ¿Y qué hay de todo nuestro esfuerzo? Te recuerdo que tú decidiste inventar la máquina para volver a ver a tu padre.
- ¿Quieres decir qué inventé la máquina para solo ver a mi padre?
- Eso me has dicho siempre.
- Un momento, ¿Tú y yo, de qué somos amigos?
- Nos conocimos en la discoteca DGB, tú estabas bebiendo, yo te pedí fuego y así empezamos a dialogar, los dos congeniamos, teníamos los mismos sueños.
Ahora Javi sabía de que iba todo esto, él podía hacer mucho por el futuro, más de lo que pensaba, tenía razón Sonia y Jonás. Solo tenía dos dudas, debía de viajar para volver con Sonia y Jonás, o debía vitar que se inventara la máquina, para que todo cambiara.

• Si quieres que Javi le diga a Conez “Me voy, tengo que resolver un asunto” Episodio 6
• Si quieres que Javi le diga a Conez “No permitiré que una máquina tan peligrosa funcione” Episodio 5
Episodio 4

Sonia Trez era una chica morena, ojos castaños, pelo largo y liso, era delgada y alta, además de una gran hermosura. Su padre era Javier Trez, un simple trabajador de maquinaria agraria, y su madre era Gema Lozano, oficinista de una empresa agraria.
Su padre le contaba a menudo una historia, decía que él viajó al futuro y que la conoció cuando era ya una mujer, y no dejaba de hablarle de una tal organización Futurescop, de Conez, de un tal Villanet, a pesar de esto, Sonia no se interesaba po el tema y más aun cuando su padre le decía que ella trabajaba para la organización.
Su sueño era ser directora de orquesta y profesora de música, ¿cómo iba a trabajar en una organización qué se dedicaba a viajar por el tiempo y mantener el orden? Si ella no se veía capaz de empuñar un arma y disparar a otra persona, ya fuese muy mala.
Pero un día ocurrió algo increíble, Sonia entonces se dirigía a la universidad, un lunes a las 8 de la madrugada, para ello, debía de usar el tásensor, un vehículo que al principio tenía la forma vertical de un ascensor, pero al subirse, se tumbaba dejando a los pasajeros horizontalmente, ni tan siquiera se notaban que estaban tumbados, debido al sistema anti-gravitario. El tánsesor alcanzaba una velocidad de 120 kilómetros por hora, y dejaban a los pasajeros, a unas grandes distancias de recorrido, en poco tiempo.
El tánsesor, llegó a su destino, Sonia bajó, y caminaba entre la muchedumbre, en frente de ella se acercaba un chico, era moreno, pelos un poco rizado, ojos castaños y miraba fijamente a Sonia. Ésta no apartaba la mirada tampoco de él, y el chico se disponía a decirle algo, ante los pocos nervios de Sonia, que se alegró a ver el movimiento de aproximación hacia ella.
- Hola- decía el chico.
- Hola.
- ¿Tú eres Sonia Trez, verdad?- preguntó el chico.
- Sí, ¿cómo lo sabes?
- Si te lo digo no te lo crees.
- Dímelo, he escuchado muchas cosas- dijo Sonia suspirando.
- Está bien, vengo de otra época- dijo el chico.
- ¿Lo ves?, eso ya lo he escuchado muchas veces, que si futurescop, Conez, Villanet, etc, etc.
- Pues es hora que lo veas con tus propios ojos- le insinuó el chico.
- ¿Cómo?
- Vamos a viajar por el tiempo.
- Jajaja.
- En serio, ven y te lo demuéstrale- dijo el chico.
- Venga vamos, ¿llamamos a la NASA o rezamos a Dios para viajar?- dijo burlona Sonia.
- Mejor, usamos este reloj- dijo el chico enseñándole el reloj.
- Sí, ya sé que vamos justo de tiempo…
- No es broma- el chico le agarró la mano, e inmediatamente todo el alrededor se volvió lleno de luces de todos los colores.
Sonia quedó alucinada, y chico sonrió mientras viajaban por el túnel del tiempo.
- Apropósito, mi nombres es Pedro Mango.
- Encantada, ¿a dónde vamos?
- Ahora lo comprobará.
Sonia apareció en una enorme sala de un edificio con muchas tecnología y ordenadores, había muchas personas que vestían de azul metálico y con gafas de sol del mismo color, incluso ella misma vestía de esa manera. Un hombre se acercó a ella y le dijo lo siguiente:
- Creo que Javi a cambiado el futuro, a destrozado la máquina.
- ¿Qué máquina, qué Javi?- preguntaba Sonia.
- La máquina del tiempo, Javi Trez… ¿qué te ocurre?
- ¿Javi Trez, mi padre?
- Sí, pero no lo digas muy alto, ¿o ya no quieres ocultar qué es tu padre?
- ¿Ocultarlo, por qué?- preguntó Sonia amnesiada.
- No hay quien te entienda, Sonia- dijo el hombre.
- ¿Tú quién eres?- preguntó Sonia.
- ¡hay!, Jonás Sendal para los amigos, -le dio la mano a Sonia con gesto bromista- que ganas de cachondeo tienes hoy. Te iré a por un café.
Jonás se marchaba caminando entre las demás personas de la sala, hacia el norte.
- ¿Lo ves? Eres Sonia Villanet, un agente superior de Futurescop.
- Es lo que decía mi padre- dijo Sonia mientras veía alejarse a Jonás
- Sí, él lo había vivido todo.
- ¿Y tú cómo lo sabes todo?- miró Sonia a Pedro esta vez.
- Te lo contaré todo:
“Conocí a un gran amigo de tu padre, Mauricio Conez, que tuvo sus problemas con tu padre, y que de amigo pasó a enemigo, Conez quería matarlo. Tu padre inventó la máquina del tiempo, y Conez colaboró con él, pero debido a la codicia, Conez quiso matarlo. Construyó tres relojes del tiempo, uno de ellos fue robado por Futurescop y otro lo tiene el propio Conez. Yo consegí apodelarme del tercero. Sabía que mi reloj , algun día dejaría de funcionar, por eso mismo cambiar el sistema de reloj y le hice unos “arreglos”. Gracias a mi sistema, no solo puedo viajar por el tiempo, sino que me mantengo en otro universo paralelo, es por ese motivo, que nadie, salvo tú, me ven. Sonia te elegido a ti, porque te he seguido y sé lo importante que serás; para compartir un gran secreto, el misterio que desde el tiempo lleva buscando el hombre, la creación del universo, ¿po qué estamos aquí y para qué? Te envito a verlo”

Sonia viajó de nuevo por el tiempo con Pedro Mango.
Sonia se despertó, y yacía sentada en el suelo, apoyando su espalda sobre la pared de la universidad. Un chico se acercó hacia ella.
- ¿Estás bien?- preguntó el chico, preocupado.
- Sí, no es nada- le dijo ella.
- Será mejor que te envite a algo, te veo palida- dijo el chico.
- Vale, gracias.
- Por cierto, mi nombre es Jonás Sendal- dijo el chico mientras caminaban juntos.
Sonia sonrió.
- Yo Sonia Trez, sospecho que esto va a ser el principio de una gran amistad.
Sonia le contaban a las personas, que quizás vivamos en un universo más sencillo de lo que vemos y tal vez, existan formas de vida superiores a la nuestras, y no esten vigilando y jamás nos hayan olvidado.

Fin Episodio Extra.
















Episodio 5
- ¡No permitiré qué una máquina tan peligrosa funcione!
Javi se dirigió hacia una caja de emergencia que había en la pared, tomó un martillo extraño, que serviría para romper los cristales en caso de emergencia. Se dirigió hacia la máquina, alzó las manos con el martillo, se disponía a romper la máquina, pero Conez se puso delante, evitando que lo hiciera.
- No quiero hacerte daño- dijo Javi.
- No dejaré que eches a perder nuestro gran esfuerzo- le decía Conez a Javi, mirándole a los ojos.
- No lo entiendes.
Conez no se apartaba, Javi comprendió que Conez no se apartaría, se dirigió hacia el centro de la puerta, cogió el frasco de nitrógeno mezclado con electrón y lo tiró, rompiéndose el frasco en mil pedazos y remándose el líquido al suelo, mientras Conez gritaba “¡Noooo!”
- ¡Javier Trez!- decía Conez enfadado- ¡De aquí adelante, no quiero verte más, te odio!
Conez se fue de allí, Javi no sabía lo que decir, empezó a destrozar la máquina con el martillo. Ya todo estaba destrozado, la máquina quedó en mal estado, le dolía, pero sabía que tenía que hacerlo. Javi se refregó la mano en la frente, para limpiarse el sudor. Se acabó todo, solo tenía que regresar a su época, puso la fecha del día de donde procedía, antes de que aparecieran Sonia, Jonás, Conez y demás extraños personajes. Ahora quizás al estar rota la máquina, nadie podía viajar al pasado a molestarlo, y tampoco usar los relojes, ya que los relojes se inventaron a partir de la energía de la máquina. Solo tenía él el reloj.
De nuevo se vio rodeado de luces de colores, estaba viajando por el tiempo, de repente un hombre extraño estaba a su lado, viajando al mismo tiempo con él.
- Hola, Javi, volvemos a vernos-
- Tú- era el hombre que lo dejó atrapado antes en la dimensión de colores.
- Sí, ¿me echabas de menos?
- ¿Qué quieres de mí?
- Nada, como te dije antes, que no salgas de aquí.
- Todo ha acabado.
- No- el hombre extraño le quitó el reloj, y siguió dialogando- solo queda este reloj, el jefe se pondrá contento cuando se lo lleve, tú quedarás atrapado aquí y nadie podrá rescatarte.
El hombre volvió a marcharse, como al principio, y otra vez estaba solo, solo que esta vez, nadie podría rescatarlo. Caminaba entre las luces de colores del pasillo del tiempo, pero no avanzaba, no llegaba a ningún lugar, todo era siempre igual. No sabía cuanto tiempo pasaba, pero la vida se le hacía eterna allí, tenía hambre, sed, no podía morir y dejar de sufrir. Solo, aburrido, perdido, Javi estaba desesperado. Finalmente cayó desmayado al “suelo”.
Abrió los ojos y allí estaba otra vez, Sonia. Era más mayor, unos 30 años, tenía el rostro triste.
- Has vuelto- dijo Javi débilmente.
- Sí- dijo Sonia con lágrimas en los ojos.
- ¿Qué pasa con tu cara, has envejecido?- preguntó Javi.
- Han pasado 10 años, cuando viajaste al pasado, no regresaste. La máquina ha desaparecido misteriosamente, Conez es la única persona que puede viajar por el futuro. Todo el mundo ha cambiado, si lo vieras ahora te echarías a llorar, no hay vegetales, animales, se acaba la raza humana, solo estoy yo, no encuentro a nadie, todo es máquina y robots- decía Sonia llorando.
- ¿Y Jonás?- preguntó Javi.
Sonia se echó a llorar más fuerte.
- Tranquila, sigue contando.
- Jonás ha muerto, los robots están acabando con la vida de los seres humanos, son controlados por Conez. Por suerte, el profesor Pino, me dio unas pastillas que contiene el mismo material con el que está hecho los robots. Esto hace, que los robots a analizarme con los infrarrojos, detecte el metal y consideren que yo soy otro robot.
- ¿Dónde han salido esos robot?- preguntó Javi de nuevo.
- Los trae Conez del año 5000, donde simplemente es otra especie de seres terrestre que se relaciona con los humanos, él ha logrado cambiar el programa para matar a toda las especie viva. El profesor Pino confió en mí, para buscarte a ti, no sabía como podría hacerlo, no tenía reloj para viajar. Pasaban los años, éramos esclavos de Conez, trabajábamos para él, para construir máquinas, laboratorios, bases de guerra, armas…
- Cálmate, aunque no te lo creas, lo solucionaremos.- intervino Javi a ver que a Sonia le costaba hablar.
- Un día decidimos revelarnos, para ser libres, luchamos contra él y sus robots, pero ellos eran más fuerte, nada podíamos hacer, solo morir luchando. El profesor Pino confiaba en ti, nos mando a Jonás y a mí a buscar los relojes a la base central de Conez, fue cuando huíamos, fuimos detectados por el mismo Conez, y unos de su robot, disparó hacia mí, Jonás con gran valor, me protegió, dando su vida por mí.
- Jonás te quería de verdad.
- No sabes cuanto, nos casamos, mi sueño solo era tener un hijo con él y viví felices.
- Lo siento.
- Tú no tienes la culpa, solo confío en ti, tú eres el único que puede cambiarlo todo, tú viaje al futuro no es casualidad, como te dije eres más útil de lo que piensas.
- Ya lo sé, nitrógeno con electrón.
- ¿Qué dices?
- Es por lo que no funcionaba la máquina, simplemente le faltaba la fuente de alimentación.
- Ahora eso no importa ya, aunque como no pudimos caer.
- Debemos detener a Conez, ¿tienes algún plan?- preguntó Javi.
- Más o menos, debemos adentrarnos de nuevo a su base y conseguir destruir el sistema central que hace que funcione el resto de las máquinas y robots.
- Pero nos descubrirá.
- Tómate esta pastilla, los robot no te harán daño, pues creerá que eres uno de ellos- dijo Sonia, entregando a Javi una pastilla.
Javi se la comió y Sonia le extendió la mano.
- Amigo, dispuesto a enfrentarte a la gran verdad
- Sí- dijo Javi dándole la mano a Sonia.
Sonia empezó a tocar su reloj, era el momento de la verdad, solo él y Sonia podía cambiar el futuro.
Ya estaban en el futuro, todo era distinto, una imagen pobre, un mundo sin arboles, ni animales, ni siquiera seres humanos. Era de noche, solo había maquinaria oscura y el cielo estaba nublado, Javi no podía respirar bien. Javi, caminaba lentamente, mirando hacia su alrededor, no daba crédito a lo que veía, un infierno, no podía dejar el mundo así.
- Tenemos que ir a la base de Conez- dijo Sonia.
- Vamos, tú me guías.
Sonia caminaba delante, mientras Javi seguía mirando a su alrededor. Pasaban delante de robots, que medían unos 2 metros de alto por 1 metro de ancho, y estaba hechos de acero de color oscuro con un radar en lo ojos, que le hacía detectar los intrusos. Sonia y Javi estaban a salvo, debido a que los robots lo detectaban como si de otros robots se tratasen, gracias a las pastillas del profesor Pino.
- Es hora de coger el sonic- esférico- dijo Sonia.
- Será un esférico- bus- dijo Javi.
- Es igual, solo que más mejorado, puede alcanzar una velocidad de 1000 kilómetros por hora.
Llegaron a la estación del sonic- esférico, que estaba en el sótano de la ciudad, bajaron un ascensor veloz, y caminaron hacia un robot, que esperaba el sonic- esférico. El sonic- esférico transportaba los robot, por toda la cuidad, así que esperaron a la llegada del éste transporte, y se subieron juntos al robot. Dentro era muy espacioso, asientos comodísimos, las ventanas eran redondas y había más robots. Javi y Sonia se quedaron de pie, para no llamar la atención de los robot, el sonic- esférico empezó a funcionar.
- ¿Cuál es vuestro número de serie?- preguntó un robot curioso.
- CT32 y es PD46- dijo Sonia.
El robot quedó en silencio, al igual que Javi, que miraba por la ventana como pasaba los objetos a gran velocidad, y no dejaba de pensar, como no le afectaba la gran velocidad del medio de transporte, ni siquiera se tambaleaban.
- Estación A1- decía una voz, a través de los altavoces del transporte, que guiaban en que lugar había parado, para que los robot destinados a esa zona bajaran.
- Estación B3- 1ª- seguía emitiendo el altavoz.
- Estación B3- 2ª.
- Estación C34.
- Etc.
Hasta que llegaron a la estación Z0, donde bajaron, junto a otro robot.
- Aquí estamos cerca de la base de Conez- decía Sonia, caminaron por la calle.
Javi podía ver de cerca fábricas ruidosas y contaminantes, junto a Sonia, caminaban por una calle llena de fábricas, a lo lejos se veía una fábrica gigantesca.
- Es la base de Conez- dijo Sonia, que siguió hablando- estamos muy cerca.
- Ya estoy deseando llegar- dijo Javi.
- En 10 minutos, estaremos allí- finalizó Sonia.
Javi y Sonia, llegaron a la puerta de la base, vigilada por dos robots.
- Estos robots son más difíciles de engañar, entreteneros, para que yo pueda evitarlos- dijo Sonia.
- ¿Cómo los entretengo?
- No lo sé, inventa algo rápido.
Javi se acercó a los robots, uno de ello le cortó el paso.
- No estás autorizado para entrar en esta zona- dijo el robot.
- Lo siento me he perdido.
- ¿Perdido?, vuelva a tu lugar.
- No sé cual es.
- ¿No sabes cual es?, lo siento hay desconfianza en tu sistema, tengo que destruirte- dijo el robot, que se disponía a disparar con el arma.
Javi se asustó, veía que el robot lo iba a matar, pero milagrosamente, dejó de funcionar. Sonia había desconectado los dos robots, ya tenían el paso libre. Entraron por la puerta principal y caminaban por el pasillo, los otros robot no lo detenían. Sonia se paró delante de una puerta metálica, que tenía un detector de huella humana, debía ser el despacho de Conez, posiblemente el único humano que habitaba allí.
- ¿Cómo entremos?- preguntó Javi.
- Usa tu dedo- dijo Sonia.
- ¿Cómo?- preguntó de nuevo Javi.
- Este detector lo ingenió el profesor Pino, que nos dio una ventaja, también te autorizó a ti, como te dije Javi, no te puedes ni imaginar lo importante que eres- sonreía Sonia.
Javi pasó su pulgar por el detector y la puerta se abrió hacia arriba. Todo estaba oscuro y Sonia le dijo con voz baja a Javi:
- Cuidado, ve despacito.
De repente la luz se encendió, estaban en una sala gigantesca, con muchos ordenadores protegidos por pilares y un robot gigante, de forma humana.
- ¡Os estaba esperando!- esa voz le sonaba a Javi, se trataba de su enemigo Mauricio Conez.

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EPISODIO FINAL, FINAL 1

Allí se encontraba Javi y Sonia, en la sala misteriosa. El robot empezó a funcionar, al otro lado de la sala, el profesor Pino, atado a un pilar. Tenía aspecto envejecido, había pasado 10 años y él debía tener 60 años, aunque aparentaba 80 por lo menos.
- ¡Socorro!- gritaba el profesor Pino.
- ¡Profesor!- exclamó también sorprendida Sonia.
- ¡Os estaba esperando!- se oía la voz de Conez.
Javi y Sonia no sabía de donde venía la voz.
- ¡Aquí arriba, en la cabeza del robot!- decía Conez.
Mirando hacia arriba, se veía en la cabeza del robot, en uno de los ojos, la apariencia de Conez, la cabeza del robot debía ser la cabina del control. El aspecto de Conez era distinto, estaba rapado, con sarcillos azules metálicos del futuro y ropa del mismo color. Tenía el aspecto joven, ahora que solo él podía viajar por el tiempo, debía haber viajado al futuro, para conseguir algo para ser siempre joven.
- ¡Ahora, tú Javier Trez, vas a ser la nueva victima de mi androide T27!- dijo Conez, tras unas risas.
El androide empezó a mover la mano hacia Javi, intentaba agarrarlo con los puños, pero Sonia empujó a Javi, para protegerlo, aunque el robot agarró a Sonia.
- ¿Por lo qué lo has hecho?- le dijo Javi a Sonia.
- Tenía que hacerlo, solo tú nos puedes salvar- dijo Sonia, que estaba inmovilizada y atrapada ahora entre los puños del T27.
- ¡Basta de charla!- gritó Conez.
El otro puño del T27, se transformó en una especie de ametralladora y empezó a disparar hacia Javi. Javi corría para evitar se alcanzado por los veloces rayos rojos que lanzaba el T27. Javi no paraba, y se protegía en los pilares. Del pecho del T27, salió un misil teledirigido, que buscaba a Javi, que estaba escondido en un pilar. El misil era veloz y rompió el pilar.
- ¡Estas perdido!- decía Conez.
- ¡Lo siento Sonia, no era yo el salvador, solo uno más, qué desgraciadamente ha visto el horrible futuro de la Tierra!- dijo rendido Javi.
- ¡Jamás, lo harás bien, escóndete en el siguiente pilar, confía en mí!- animaba Sonia.
Así lo hizo, corrió al siguiente pilar y el robot de nuevo lanzó otro misil, de nuevo derribó el pilar.
- ¡Antes de morir, Javi, te contaré todo lo que ha pasado a destruir la máquina del tiempo!- dijo Conez, que continuó- ¡Después de la destrucción, yo decido volver a poner de nuevo en marchar el proyecto. Me acordaba más o menos de los sistemas, aunque no sabía tanto como tú. Por eso cree mi propia organización, Futurescop, investigábamos máquinas e instrumentos del futuro, y sobre todo, la gran máquina que cambiaría todo, la tuya!
- ¿Tú creaste Futurescop?- preguntó Javi.
- ¡Cierto, pero todo es distinto ahora, no tenemos que ver nada con él!- gritaba Sonia.
- ¡Yo lo cree, y fui traicionado por unos de mis mejores hombres, Miguel Villanet ahora es el jefe de la organización!- decía Conez.
- ¿Miguel Villanet, quién es Sonia, tu padre?- preguntó Javi.
- ¡Eso es, el padre de esta preciosidad!- dijo Conez- ¡Pensó qué mi proyecto era peligroso, con lo qué no contaba es qué yo tenía muchos amigos en la organización, ellos me ayudaron a conseguir el material imprescindible para mis relojes, las moléculas en funcionamiento!
- Eso lo explica todo- se dio cuenta Javi.
- ¡Ahora acabaré contigo, ya sabes te lo debo, tú fuiste culpable de la pérdida de mi gran proyecto, aunque gracias a tus enseñanza, logré fabrica esos relojes!
El T27 comenzó a disparar velozmente y Javi corría de nuevo a otro pilar, aun no sabe como no logró alcanzarlo. Sonia empezó a dar voces:
- ¡Javi, coge esto!- algo cayó al suelo, procedente de los bolsillos de Sonia.
Era un objeto cilíndrico y del color negro, con un botón verde.
- ¡Es una granada, cuando pulses el botón verde, estallará en 10 segundos, sé qué no destruirá al robot, o quizás sí, solo si tú lo utilizas bien!- explicó Sonia.
Javi sabía que no podía hacer nada contra el T27, ni siquiera sabía hacia donde lanzar la granada para hacerle daño. No tenía mucho tiempo, pensaba lo más rápido que podía, aunque ya era tarde, el T27 abría las puertas de su pecho izquierdo para lanzar un misil. Allí decidió mandar la granada, al la puerta abierta del pecho del T27, era la única forma de que la granada hiciera daño, en el interior del robot, así destruiría todos los elementos del funcionamiento del T27.
Así lo hizo, Javi activó la granada y la lanzó fuertemente a la compuerta abierta del pecho del T27, al mismo tiempo que salió el misil. Javi consiguió introducir la granada en el interior del robot, al pesar de todo, aun tendría que estallar y el misil se dirigía hacia él. Quedaba 5 segundos para la explosión de la granada y el misil estaba encima de Javi, a quien le dio tiempo para decirles unas palabras a Conez:
- ¡Este es tu fin!
- ¡No!- gritaba Conez, vio como la granada entró al interior.
Javi logró de esquivar el misil milagrosamente, cuando estaba a punto de impactarle, saltó hacia el lado y el misil estalló en el suelo, Javi sintió el aire de la explosión. Javi cogió aire y se dirigió hacia Sonia, el robot estaba inmóvil, su interior había dejado de funcionar y Conez posiblemente había muerto en la explosión.
- ¡Creo que todo ha acabado!- dijo Javi en voz alta para que Sonia oyera.
- ¡Sí, salvo un inconveniente, yo estoy aun atrapada!- dijo Sonia.
- ¡Podríais ayudarme a desatarme, yo salvaré a Sonia!- era el profesor Pino, estaba atado a uno de los pilares aun de pie.
Javi lo desató y el profesor cogió un extraño aparato, en forma de pistola y disparó hacia ella unas hondas expansivas, que hizo desaparece a Sonia, y de nuevo disparó hacia el suelo, para que apareciera al lado de ellos. Es como si Sonia se hubiese tele transportado.
Sonia se abrazó con Javi y el profesor y lloraba de alegría, todo había acabado.
- Me alegro de verte de nuevo- le decía Sonia a Javi.
- Y yo a ti- le dijo Javi.
- Tú no lo entiendes, desde que tengo 10 años no te volví a ver, hasta que apareciste 15 años después, para de nuevo alejarte de mi vida- explicó Sonia.
- ¿Quién eres realmente?- preguntó extraño Javi.
- Pensé que te habías dado cuenta, mi nombre real es Sonia Trez.
- ¿Cómo?
- Soy yo, tu hija- dijo Sonia llorando y abrazándose a Javi.
- Así es Javi, es tu hija- dijo el profesor Pino.
- Moriste cuando tan solo tenía 10 años- dijo Sonia.
- Pero, si tu nombre es Villanet, hija de Miguel Villanet- dijo Javi.
- Tras la traición de Conez, él fue realmente quien te mató, Miguel Villanet, aceptó mi adopción, sin padres, solo me quedaba él. – Sonia seguía llorando abrazada a Javi- Si mamá pudiese ver este momento, en el que me abrazo de nuevo a mi padre.
- ¿Cómo es tú madre, me gustaría saberlo?- preguntó Javi emocionado.
- Era bellísima, murió cuando yo tenía 15 años, los médicos afirman que por una fuerte depresión, nunca te pudo olvidar, te quería muchísimo. La gente dice que yo me parezco, era la mejor, yo os quería de verdad, porque nunca pude estar con vosotros, su nombre es Gema Lozano, tu esposa.
- ¿Qué puedo hacer para cambiar el futuro y no perdeos?- preguntó Javi.
- No invente la máquina, a veces es mejor dejar la vida tal y como es, no podemos viajar al pasado para cambiar cosas ni salvar personas, ni siquiera un padre- interrumpió Pino.
- ¿Quieres decir qué inventé la máquina para salvar la vida de mi padre?
- Sí, así es, no debemos viajar ni al futuro ni al pasado, es mejor dejar las cosas tal y como estar, conocerás una chica, fallecerá tu padre, tendrá una hija maravillosa, tu madre caerá en un accidente de tráfico, pero no podemos evitarlo, solo tenemos que estar con nuestras personas queridas y disfrutar, el tiempo que al malgastado con la máquina, lo pudieras haber empleado en tu seres querido, Javier Trez- terminó el profesor Pino.
- ¿Tanto conocéis mi vida?- preguntó Javi.
- Sí, te estado siguiendo. Lo siento Sonia, pero os engañado. Mi verdadero nombre es Sergio Sendal Trez- sorprendió el profesor “Pino”.
- ¿Cómo?- quedó impactada Sonia.
- Así es, soy tu hijo Sonia y de Jonás.
- ¿Pero…?- a Sonia no le salía las palabras.
- Vengo de una época un poco más lejana a la vuestra, el año 2167. En mi mundo todo es muy triste, hay muchos robots, precisamente como lo que acabáis de ver. No hay árboles, ni animales, solo existimos humanos y mecanismos. Todo es horrible, la mitad de la gente muere asfixiados por la contaminación ambiental, y otra gran parte está amargada y depresivas, hay un gran número de suicidios. Todo es por culpa de las investigaciones y los inventos. Nuestro gran deseo es vivir como en el pasado, con las manos o con la cabeza, limpiar las casas, coger frutas, soldar hierros, hacer taladros, barnizar puertas de madera, etc.- explicó Sergio.
Sonia y Javi seguía sin palabras, Sergio seguía hablando:
- Conseguir viajar al pasado con la máquina de mi abuelo, así lo conocería y le haría ver los males que desataría a crear esta máquina monstruosa. Por eso, le seguí, vi cual era sus temores, le facilite los materiales para crear la máquina y conseguir que su mejor amigo, lo odiase, solo para que viera que a veces es mejor dejar la vida tal y como está.
- ¿Quieres decir, qué tú me ayudaste a construir la máquina?- preguntó Javi.
- No solo tú estaba destinado a crearla, solo hice que todo cambiara y adelantar el día de la invención, verás, a los 75 años es realmente cuando descubre el funcionamiento de la máquina y a los 76 es cuando realmente mueres. Sí tú no creas la máquina, la vida seguirá a un ritmo normal y nadie podrá cambiar lo que realmente tiene que pasar, por muy malo que sea- dijo Sergio.
- Lo he decidido, nunca inventaré esa máquina, lo prometo- dijo Javi convencido.
- Te creo, de hecho te conozco desde tu actualidad y sé que después de conocer todo esto, no lo harás, porque eres una gran persona y no soportaría que tu hija, tu esposa, tu yerno y tu nieto, sufriesen- dijo Sergio.
Javi seguía emocionado, tenía adelante a su hija y a su nieto futuro, de repente notó como se alejaba de ellos.
- Padre, vuelves a tu época, el tiempo de viaje se agotado, hasta pronto- decía Sonia llorando, mientras más se alejaba de Javi.

• Sigue leyendo epilogo.
• Has conseguido la pista “episodio”, para obtener la otra pista debes leer el episodio final 2.






• Episodio 6

- Me voy, tengo que resolver un asunto
- ¿Qué diablos dices?- exclamó sorprendido Conez.
Javi usó el reloj, para volver con Sonia y Jonás, introdujo la fecha de esa época, 20 de diciembre del 2107.
Se encontraba delante de Sonia, Jonás y el profesor Pino, que se asombraron viendo la mirada de Javi, que un poco nervioso, no tardó en contarle lo ocurrido.
- No puedo detener el descubrimiento de la máquina.
- ¿Eso por qué?- preguntó Jonás.
- Nunca podría despedirme de mi padre, lo mejor sería que viajara hacia el momento de mi muerte y curarme, así cambiaría mucho la historia.
- Pero la máquina no funciona, es la única vía para tele transportar la cura de tu enfermedad, el reloj no permite este material, Conez fue muy astuto, hizo que su relojes no pudiera aceptar tu medicina, sabía que lo intentaríamos- explicó el profesor Pino.
- Pero yo tengo la solución, ya sé como funciona la máquina del tiempo, sus materiales secretos- dijo Javi.
Sigue leyendo el episodio 8

Episodio 7
- Nada de esto me importa.
Javi vio que el reloj tenía 3 botones, uno para indicar el día, otro para indicar el mes, y el otro el año. Javi introdujo la fecha del día de su presente, el 2 de abril del 2050, y de nuevo se rodeó de luces de colores, pero en apenas 5 segundos, allí estaba de nuevo, en frente de la puerta de los pisos donde vivía. Javi decidió dar un paseo, para ocultarse de los extraños anteriores. Caminó hacia el parque y se sentón en un banco, miró a su alrededor, para asegurarse de que nadie lo había perseguido.
Ahora tenía en su muñeca un extraño reloj, de color azul metálico. Donde solo aparecía la fecha del día, ni hora ni minutos. No daba de darle vuelta a lo que Sonia y Jonás le habían contado. ¿Realmente era el creador de la máquina del tiempo?, miraba fijamente la fuente de agua del parque, mientras escuchaba los pajaritos y pensaba sobre todo este asunto.
Javi quedó impactado, cuando veía aproximarse al extraño hombre de negro, que le había dejado “atrapado” en el tiempo. Javi corrió asustado hacia la otra dirección, para evitarlo. No obstante, volvió a ver al hombre que se aproximaba de frente, ¿cómo podía ser tan rápido?. Giró rápidamente a la izquierda, otra vez lo veía de frente, hasta en su espalda estaba. En ese momento, 4 hombres de la misma apariencia rodeaba a Javi. Caminaban despacito hacia él, que no dejaba de pedir ayuda.
- ¡Socorro!- gritaba Javi, al estar los hombres acorralándole.
La gente del parque que pasaba, fueron a socorrerle, pero de nuevo un hombre tocó su reloj, rodeando a Javi de luces de colores, otra vez estaba en el pasillo de tiempo. Javi deseaba no volver a quedarse solo allí, esta vez las luces desaparecieron y de nuevo estaban en el año 3007.
Los 4 hombres se unieron, formando solo uno. Un coche negro metalizado, bajaba al suelo y abrió su puerta hacia abajo, para que el extraño y Javi subieran.
- ¡Sube!- dijo extraño, empujando a Javi para dentro del coche.
Javi cayó dentro, y pudo ver la figura de un hombre rapado, sarcillos y pirsin, que sonreía y hablaba confiadamente.
- Por favor, siéntate- dijo el hombre, viendo que Javi estaba en el suelo.
Javi tomó asiento. El hombre de negro anterior, se sentó a su lado, y el conductor era otro hombre calvo y con gafas negras.
- Perdón, he sido muy maleducado, no me he presentado, mi nombre es Mauricio Conez- dijo el hombre rapado y pirsin.
- ¿Qué quieres de mí?- preguntó enojado Javi.
- Como supongo que ya te habrán contado, que no te interponga en mis asuntos de viaje del tiempo.
- Oiga, no quiero saber nada de eso, te juro que no me he metido en tus asuntos, no les escuchado, me he escapado…- decía Javi.
- Lo sé, por eso estás aquí- dijo Conez.
- Solo quiero estar en mi época tranquilo- dijo Javi.
- Sí, pero me debes dar esto.- dijo Conez agarrando la muñeca de Javi.
Conez le quitó el reloj de tiempo a Javi.
- No sabes como he echado de menos este reloj- dijo Conez, que tras una breve pausa continúo- no me puedo explicar como me lo pudieron robar, como pille a los traidores, mira que casualidad allí están.
Delante de su coche, iba un coche azul metálico, era el de Jonás y Sonia.
- Quiero que veas como acabo con ellos en directo- dijo Conez.
El hombre que estaba al lado de Javi, sacó una pistola oscura alargada, bajó los cristales del coche, se asomó por la ventana y comenzó a disparar hacia adelante al coche de Jonás y Sonia, que comenzaron a defenderse, moviéndose de un lado a otro, y Sonia disparaba hacia atrás. Javi se dio cuenta de que no podía dejar permitir que Conez atacara a Sonia, ya que ella le había salvado de estar atrapado en el pasillo del tiempo.
- ¡No!- dijo Javi, tapándole los ojos al conductor, que dio un volantazo y se estrelló con las paredes de un piso muy grande.
El coche quedó destrozado, y dentro de un piso. Javi se recuperó del impacto del accidente, y bajó rápidamente del coche, corrió por el piso y salió por una puerta hacia el pasillo. Vio unas escaleras mecánicas y bajó por ella hacia la planta más baja. De nuevo bajó otra planta más baja. Bajó hasta la primera planta y busca la puerta, donde había un robot portero, que saludó a Javi y la puerta se abrió automáticamente hacia los lados. Javi salió a la calle, aunque enfrente suya cayó el hombre con traje oscuro y gafas oscuras. Había saltado desde uno de los pisos más alto del edificio, y de pie sin hacerse daño. El hombre se puso unos guantes de acero y comenzó a mover la mano, como si fuese un robot. Golpeó de un puñetazo a Javi, impulsándole a unos metros de distancia. Javi sangraba, debido a la fuerte caído, y el hombre de nuevo se acercaba a él, en el momento que llegó Conez caminando.
- Sin duda alguna eres tú, Javier Trez- dijo Conez.
- No permitiré que le haga daño a la chica.- dijo heroicamente Javi.
- ¿Cómo no puedes permitirlo?- preguntó Conez.
Javi quedó en silencio y se intentaba levantar.
- ¡Javier Trez, te has equivocado de bando!- gritó Conez.
- No creo.
- ¿Es qué no te lo ha dicho?- preguntó de nuevo Conez enfadado.
- ¿Decirme el qué?
- Esa chica y ese chico, trabajan en la asociación futurescop, ellos fueron lo que te robaron la máquina del tiempo y te dejaron muriendo en la pobreza.
- ¡Mientes, tú me asesinaste!
- Eso es lo que ellos quieren que pienses, los cierto que yo era tu mejor amigo. Juntos creamos la máquina del tiempo, decidimos fundar la organización, pero tú querido amigo te equivocaste, y me traicionaste, Miguel Villanet logró engañarte y me traicionaste, lo que no te imaginaría es que él te volvería a traicionar y hacerse con tu gran invento.
- ¡Mientes!
- Insensato, y dime ¿por qué nadie puede acceder a la máquina, solo la organización.
- El gobierno la protege.
- Jajaja, no me hagas reír, ¿el gobierno?, no funciona, ellos manda y nos tiene como esclavos.
- No.
- ¡No, idiota! ¡Maximiliano, acaba con él, es un traidor!- dijo Javi.
El hombre de negro, le dio una poderosa patada a Javi, y de nuevo lo tumbó, ya que había logrado ponerse de rodilla. Luego caminó lentamente hacia Javi de nuevo, dispuesto a atacarle otra vez. Fue en ese momento, cuando Maximiliano, recibió un disparo en el hombro, donde se echo la mano dolorido y sangrando. Sonia, había salvado a Javi y tenía una pistola, apuntando a Conez y Maximiliano.
- Hola, guapa, volvemos a vernos- decía Conez.
- Cierra el pico, deja en paz a Trez- dijo Sonia, sin bajar el arma.
- Gracias de nuevo- dijo Javi.
- No es nada, espero algún día encerrarte donde debes estar, Mauricio- dijo Sonia.
- A mí, porque no le dices la verdad al chico- dijo Conez.
- ¿La verdad?- preguntó Sonia.
- Sí, la verdad, sois vosotros los que realmente deberíais estar encerrados entre calabozos, ladrones- dijo enfadado Conez.
- Eso no es la verdad- dijo Sonia, que volvió la cara para Javi- Vámonos, Jonás espera en el coche.
- Adiós, guapa- dijo Conez, mientras Javi y Sonia se marchaban.
- Muérete- dijo Sonia.
Javi se quedó de piedra, por la contestación de Sonia, ¿tan gordo era lo que le había hecho para pedir su muerte?.
- Conez me dijo que trabajáis para una organización, llamada futurescop y que me robasteis el invento- dijo Javi, una vez montados en el coche de Jonás.
- No es de todo cierto- contestó seriamente Sonia, que continuó hablando- Te lo contaré todo. Conez y tú, creasteis la máquina, que realmente tú planificaste y él te ayudó a llevar al cabo tu proyecto. Era tu ayudante. El dos de febrero del año 2068, fue el día en que pusiste en marcha la gran máquina del tiempo, antes los ojos de Conez. Creasteis algo tan grande, que dio la vuelta al mundo y por supuesto, os ofrecieron las compras millonarias de empresas y del gobierno. Conez deseaba el dinero, y por supuesto, tú no podía ser menos, no te disgustaba recibir dinero, pero también deseaba ayudar al avance de la mejoría de la vida. Tu primer viaje fue hacia 100 años más adelante, nadie sabe realmente lo que vistes. Cuando regresaste, al cabo de una hora, contabas que vistes robots, coches volando a gran velocidad, aparatos increíbles jamás visto… Tu decisión fue vendar la máquina por una gran cantidad, al gobierno, que creó un grupo de investigación y desarrollo, que traían inventos del futuro, hacia la época actual, para mejorar la calidad de vida. Tú te uniste a ellos, a Conez le costó más trabajo, jamás confiaba en ese grupo, llamado Futurescop. Al principio todo iba bien, mi padrastro, Miguel Villanet, era tu gran socio, Conez lo odiaba. Hasta que llegó un día terrible, Conez había viajado ocultamente al futuro, cuando regresó, poseía armas poderosas, tú te enfrentaste a él, y él te hizo daño. Al verte sangrando, Conez huyó nervioso y con las lágrimas saltadas. Pensaba que tú eras un traidor. Es como si Conez, hubiese vuelto del futuro poseído por otra persona, nadie sabe lo que le ocurrió, lo que si se sabe es que con el paso del tiempo, Conez fue poseído por su maldad, hasta tal punto de crear su propia organización, e intentarte matarte 3 veces, hasta lograrlo.
- ¿Y por qué me dijo qué fui traicionada yo?- preguntó Javi.
- Porque al cabo del tiempo, tú pensaste que la máquina debía ser destruida, porque era un peligro para el mundo. Nadie te siguió y tú desiste que no quería saber nada de la empresa. Conez tenía su empresa propia y tú te dedicaste a tu familia. Tras los intentos de tu asesinato de Conez, decidiste huir para que nadie te reconociera, hasta que un día te encontraron en un callejón, como de un vagabundo se tratase y desplomando en el suelo, estabas envenenado por una sustancia química desconocida, solo una persona la podía haber creado, el creador de los relojes del tiempo, que afortunadamente fue detenido antes de que creara más relojes, para evitar el caos. Tú antes de morir decía que Conez te había envenenado y que no tenía pruebas para demostrarlo, él te dijo que eras un traidor y que el gobierno también te había traicionado a ti.
- ¿Qué día muero?- preguntó Javi.
- El treinta de abril del año 2083- contestó Sonia.
- Lástima que no pueda viajar a esa época- dijo Javi.
- ¿Por qué?- preguntó Sonia.
- Me quitaron el reloj que me dejaste- contestó Javi.
- Entonces no puedes ni regresar a tu época, ¿qué me dices, estás dispuesto a arreglar la máquina?- preguntó sonriendo Sonia.
- Pero no tengo ni idea de cómo hacerlo- dijo Javi.
- Ven a verla.
Javi, Jonás y Sonia, viajaron de nuevo en coche, está vez legaron a un edificio enorme plateado, de unos 20 pisos y 50 metros de altura.
- ¿Qué es esto?- preguntó asombrado Javi.
- Bienvenido a las instalaciones de Futurescop- contestó Jonás.
Entraron en el edificio, la puerta se abría automáticamente a estar cerca, solo que a una velocidad increíble y para que pudieran pasar los tres enfilados, ya que la puerta se podía abrir más.
Dentro del edificio, había muchas personas vestidas igual que Sonia y Jonás, trajes azules metálicos y gafas del mismo color. Había muchas puertas, para los despachos, para los servicios, etc. Los demás agentes saludaban a Sonia y Jonás por sus apellidos.
Llegaron a una puerta redonda gigante y con un ordenador al lado. Sonia acercó el dedo al ordenador y éste reconoció sus huellas dactilares. La puerta se abrió de una manera asombrosa, de manera exótica, como si llevara muchos mecanismos.
Allí dentro estaba, la máquina del tiempo. Javi nunca se la hubiese imaginado así, era una especie de puerta gigante abierta, hecha de nitrógeno, aluminio y aleación. Se podía observar que llevaba muchos cables y botones, con ordenadores. Y en el otro lado de la sala, había un hombre con bata blanca, pantalones y gafas azules metálicos.
- ¿Tú debes ser Javier Trez?- preguntó el hombre.
- Sí.
- Eres tal y como me dijeron.
- Él es Eduardo Pino, el mejor científico del mundo- dijo Sonia.
- Mucho gusto- le dio la mano Eduardo a Javi.
- ¿Esta debe ser la máquina del tiempo?- preguntó Javi.
- Sí, ahora solo es una máquina sin funcionamiento.- explicó Pino.
- ¿Cómo funcionaba?- preguntó de nuevo Javi.
El científico empezó a reír y le dijo a Javi:
- Raro es que su creador no sepa como.
- Oye, no tengo ni idea como voy a inventar esto…
- No te preocupes, te lo explicaré, al introducir los datos del día al que quieres viajar en el panel de control, pulsamos el botón de “Comienzo” y aparece en la puerta moléculas microscopia, que viajan a una velocidad superior a la luz, que podemos observar por su llamativo colores. Solo tienes que traspasar la puerta y las moléculas hacen que tu cuerpo se fragmente en millones de células, que al mezclarse con las moléculas, hacen moverte a una velocidad de luz, es decir, que tu cuerpo se tele transporta por el aire, hacia el momento de la fecha introducida, dando las vueltas suficiente al mundo, según el año, media vuelta la mitad del año, una vuelta un año, 10 vueltas 10 años, etc.- explicó Pino.
- Es difícil de comprender- dijo Javi.
- No para su creador- sonrió Pino.
- No tengo ni idea como lo inventaré.
- Todo a su tiempo, te hemos traído para que le eches un vistazo, para saber como arreglarla.- dijo Pino.
Javi se acercó a la máquina, la miró de arriba a bajo, subiendo por las escaleras, viendo los botones, tocándoles, observando los cables, tanteando los materiales… pero no tenía ni idea de cómo arreglarlo, ni siquiera sabía como funcionaba.
- Por mucho que la mire, jamás lograría arreglarla- dijo Javi.
- Sabía que esto podía ocurrir, verás escucha esto- el profesor Pino, le dio un teléfono móvil avanzado a Javi
En la pantalla dl móvil, se veía la imagen de un chico joven rubio y ojos claros, que estaba en movimiento.
- Es una llamada de Conez, guardada en tu móvil desde hace más de 40 años- explicó el profesor Pino.
Javi escuchó la conversación, mirando atentamente a Conez.
- Diga- contestó Javi.
- Hola, Javi, ya está todo listo- Conez le hablaba como si de un amigo se tratara.
- ¿Listo?
- Sí, tenemos los materiales que faltan, lo conseguí del laboratorio del doctor Pino.
- Vale, quedamos en el local- dijo Javi.
- ¿Pero estás seguro de qué funcionará?- preguntó Conez.
- No lo puedo asegurar, desde los 18 años creo que el material funcionaría, eso espero.
- OK, no tardes, hoy será el gran día- dijo Conez.
- Eso espero, hasta pronto- se despidió Javi.
- Te espero- colgó Conez.
La llamada finalizó, Javi le entregó el teléfono móvil al profesor Pino, que al tomarlo, se dirigió hacia Javi:
- En la llamada dices que crees en el funcionamiento desde los 18 años.
- Pero nunca creía que funcionarse- dijo Javi asombrado.

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Episodio 8
- ¿Cuáles son los materiales?- preguntó el profesor.
- Electrón mezclado con nitrógeno- contestó Javi.
- Eureka, ¿cómo no se me había ocurrido?- dijo el profesor.
El profesor cogió su teléfono móvil e hizo una llamada:
- ¡Ya sabemos la fórmula secreta, electrón con nitrógeno, la máquina del tiempo, volverá a funcionar!- exclamaba el profesor contento.
Todos celebraban el recuerdo del material secreto de Javi como si hubiesen ganado algo grande.
- ¡Te lo dije, eras muy importante para nosotros!- le decía alegremente Sonia a Javi.
Javi comprendió ahora porque estaba allí, no tardaron en llegar con el materia, que yacía en un probeta química, la introdujeron en el centro de la puerta y pulsaron el botón de arranque. Una explosión de colores se formó en la puerta, parecía una puerta tridimensional. Los agentes de Futurescop saltaban de alegría, la máquina funcionaba otra vez.
- Javi, hazme el honor de probarla de nuevo- dijo el profesor contento.
- ¿Yo?- dijo Javi sorprendido.
- Sí, ahora debes viajar a la época de tu muerte, para curarte- dijo el profesor.
- ¿Cómo me curo, yo mismo?- preguntó Javi.
- Toma, es una medicina avanzada, para curarte, esta jeringa contiene una vacuna que existirá en el años 4000- explicó el profesor Pino, entregándole una jeringa con un líquido verdoso a Javi.
Javi aceptó la jeringa y el profesor estableció las coordenadas de la fecha de la muerte de Javi, que caminó lentamente hacia la puerta del tiempo, y decidido, corrió para atravesarla.
Javi abrió los ojos, y pudo ver un techo blanco claro, además oía la voz de una mujer, que decía:
- ¡Ya se ha despertado!- exclamaba con alegría.
Javi no podía apenas moverse, inclinó la cabeza hacia enfrente, donde veía una mujer andando hacia él. La mujer era de unos 60 años, piel carnosa, pelo canoso y estatura más pequeña que Javi. Javi estaba muy débil, no sabía porque, sería la enfermedad.
- ¿Cómo estas, hijo?- preguntó la mujer.
- ¿Mamá?- se asombró Javi, era su madre.
- Sí, hijo, pensé que nunca ibas a despertar.
- Tengo la cura- a Javi apenas le salía las palabras.
- ¿Qué quieres decir?- preguntó la madre.
- No me puedo apenas mover, destápame y lo veras.
La madre lo destapó y en la mano vio la jeringa que poseía Javi.
- ¿Qué es eso?- preguntó la madre.
- Es la cura de mi enfermedad.
- Lo siento, hijo, pero los médicos dicen que no hay cura.
- Se equivocan- apenas podía hablar Javi, tras toses prosiguió- es difícil de explicar, pero tienes que pinchármela, confía en mí.
La madre lo miraba, y Javi se lo rogaba.
- Ojala funcionara, pero no creo- dijo la madre, que finalmente decidió pincharle.
La madre le pinchó en la vena del brazo izquierdo, Javi sintió un pequeño pinchazo. Tras un instante, todo quedó en silencio y Javi veía que tras cada segundos, se encontrada mejor, hasta el punto de levantarse.
- ¡hijo, te puedes levantar!
- Y puedo hacer esto.
Javi se puso a dar salto, la madre dio un grito de alegría, tan fuerte que las enfermeras llegaron a la habitación, al ver el gran estado de Javi, llamó a los doctores, todos quedaron sorprendidos y lo veía como un milagro.
Una niña de unos 10 años llegó a la habitación, y se dirigió hacia Javi, y le abrazó:
- Papá- decía la niña.
- ¿Papá?- preguntaba Javi extrañado.
- Sí, ¿ya no te acuerdas de mí?
- Sí, tú eras…
- Soy tu hija, Sonia.
- ¿Sonia? que curioso- dijo sorprendido Javi.
La niña lloraba y Javi le dijo:
- No llores, me acuerdo de ti perfectamente.
- No lloro por eso, es que estas bien y me alegro mucho.
Javi se reía, comprendía que todos estaban contento por su recuperación, solo que él debía regresar a la época de donde venía. Aunque no sabía como, no le habían mencionado de cómo volver a viajar por el tiempo sin la máquina.
- Tengo que regresar.
- ¿Regresar?- preguntaba la niña.
- Tú no lo entiendes, vengo del día 20 de diciembre del 2107.
Como por arte de magia, las luces de colores rodearon a Javi, y de nuevo se encontraba con Sonia, Jonás y el profesor Pino.
- ¿Cómo?- preguntaba extrañado Javi.
- Al pronunciar la fecha del día del que procede, automáticamente vuelves, se nos olvidó decírtelo, pero menos más que lo descubriste- explicó el profesor Pino.
- Increíble- dijo Javi.
- Como te dijimos, esa máquina es sorprendente, tú creaste todos los sistemas.
- Lo he conseguido, me he salvado, ¿qué ocurre?- preguntó Javi tras ver la cara triste de Sonia.
- Es Conez, ahora ha amenazado con una bomba nuclear, que estallará dentro de una hora, medio mundo será destruido- explicó Jonás.
- ¿Por qué?- de nuevo hizo una pregunta Javi.
- Ya no le funciona los relojes, se ha vuelto loco, está débil, por eso ha ocultado una bomba en la ciudad.
- ¿Y no la encuentra la policía?
- Es imposible, están buscando, pero solo queda 59 minutos.
- Debemos buscarla- dijo Javi.
- Solo hay un modo, debemos regresar hacia atrás, cuando el agente de Conez te atacaba- dijo Sonia.
- Vale, vamos- dijo Javi.
- Lo detendremos y le haremos confesar donde esconde la bomba- dijo Jonás.
- Antes de todo, ¿dónde está mi hija?- preguntó Javi.
- ¿Tú hija?- preguntó Jonás.
- Sí, también se llama Sonia.
Sonia se echó a llorar, y el profesor se acercó a Javi, le dio dos toques en el hombro y le comentó:
- ¿Te has dado cuenta ya?
- ¿Es lo qué me imagino?- preguntó sorprendido Javi.
- Sí, Sonia es tu hija.
- Lo siento, no podía seguir soportándolo, nunca pensé que te volviera a ver- dijo Sonia con las lágrimas en los ojos.
- Pero… tú eres Sonia Villanet- dijo Javi.
- Es mi nombre de adopción, tras tu muerte, Miguel Villanet me adoptó por seguridad, tenía que ver a mamá como si de una amiga se tratase, nunca podía estar con ella y ella regresó a su pueblo. Te amaba con locura, nunca pudo despedirse de ti, moriste mientras ella descansaba, la abuela y los demás amigos la convencieron para que se fuera a casa a descansar. Pasaba días enteros observándote en la cama del hospital, no sabes lo que te amaba, igual que yo. Por eso, desde que te vi, me emocioné, nunca pensé verte y menos de esa forma, tan joven y vivo- Sonia seguía emocionada.
- Ni yo tampoco me esperaba esto- Javi también estaba emocionado.
Sonia seguía emocionada y con lágrimas en los ojos. Javi le quitó una lágrima de la cara con el dedo y le dijo:
- Ahora estoy contigo y juntos encontraremos la bomba y le haremos pagar a Conez.
Sonia le animó y sonrió tan fuerte, que Javi se alegró.
- Viajemos hacia el contacto con Conez- dijo Jonás.
De nuevo usaron la máquina, pero no para viajar días, solo horas, hace dos horas, en el encuentro con Conez, cuando golpeaba a Javi. Javi, Sonia y Jonás, se encontraban delante de Maximiliano, un hombre de Conez, y rápidamente esposaron a Conez y su hombre.
- ¡Lamentaréis esto!- gritaba Conez esposado.
- Mauricio Conez, tiene derecho a guardar silencio, hasta juicio y a través de su abogado- dijo Sonia como si fuese un libro.
- Ustedes lo sabéis de sobra, no tenéis pruebas y volveré a escapar y ustedes pagaréis por el error.- explicó Conez.
- ¿Dónde está la bomba?- preguntó Javi.
- ¿La bomba?- preguntaba con disimulo Conez.
- ¡Sí, tú lo sabes, no te hagas el despistado!- se enojó Javi.
- Nunca llegarás a encontrarla- dijo Conez.
- No sabéis lo que esperaba este momento- dijo Javi.
Javi cerró su mano y le dio un poderoso puñetazo a Conez en la cara.
- ¡No sé lo qué pasaría si ellos te goleasen, pero yo te aseguro qué a mí me da igual hacerte daño, no soy de esta época, ni de tu ley!- decía enfadado Javi.
- Nunca, no sé nada de bomba.
- ¿Por qué lo haces tan difícil, Conez, Javi era tú amigo?- preguntó Sonia.
- Era.
- ¡Eso es!- sobresaltó Javi.
- ¿Eso?- preguntó Sonia.
- Conez y yo éramos amigos antes de que él viajara por el tiempo- dijo Javi.
- ¿Y qué?- intervino Jonás, que hasta ahora no había dado opinión en este asunto.
- Sí viajo yo al mismo tiempo, sabré lo que ocurre en el lugar donde él viajó- explicó Javi.
- Pero sería peligroso, nadie sabe lo que pasa en esa época, el mismo Conez regresó como poseído- dijo Sonia.
- Estoy dispuesto a correr ese riesgo, yo cree la máquina y yo voy a solucionar estos problemas- dijo decidido Javi.
- Espero que tu idea funcione- dijo Jonás.
- Funcionará- dijo Javi.
Llegaron al edificio general de la asociación Futurescop, de nuevo Javi se disponía a viajar hacia el futuro, esta vez al mismo día que Conez viajó por primera vez, al año 4007. De nuevo se rodeó de luces de colores, hasta que apareció en una nueva época. Javi no podía apenas respirar, el aire era impuro. El cielo tenía un horrible color gris, y se oía un extraño y horrible ruido, maquinarias, sin ninguna duda. Javi levantó la mirada y podía ver miles de máquinas gigantescas. Eran oscuras y echaban un inmenso humo negro, que se notaba que poderosamente contaminante. No veía persona, solo metales. Andaba lentamente, no sabía a donde ir, y sin darse cuenta, una extraña máquina se acercó volando hacia él. Era gris oscura, de formar circular y tenía una especie de ojo electrónico, algo apareció por sus lados, eran 6 manos robóticas, que atrapó a Javi, impidiendo que se pudiese mover. El robot voló, con Javi atrapado que decía:
- ¡Suéltame!
Javi podía ver hacia donde se dirigía, era una edificio gigantesco, de color plata y forma de semicírculo, ventanas redondas y luces brillantes sobre el edificio, donde se podía leer claramente “Futurescop”. Había tenido supuestamente suerte, iba a la casa de aliados, ¿quién podría hacerle daño allí? Entraron por una compuerta en la parte superior, y cayó directamente en una sala, donde había extraños seres humanos. El robot lo soltó y los extraños lo agarraron y lo inmovilizado en una especie de cama. Javi veía como un hombre, no podía verle la cara, tenía algo raro, gafa exótica, piel morada y boca diminuta, parecía no tener boca, Javi podía distinguirla con dificultad. Vestía de blanco y no tenía pelos, tenía raíces como si se lo hubiese arrancado con las manos. En una mano tenía un objeto alargado, con un laser en la punta, que apuntaba a Javi en la frente.
- Realizando transformación- decía el extraño.
Otro hombre de la misma forma se acercó.
- Abriendo cuerpo- decía el nuevo extraño que poseía un objeto cortante.
Javi veía que la intensión de los hombres era realizarle una operación horrorosa, sin anestesia y antes sus ojos. Javi no podía moverse y estaba a punto de ser descuartizado por unos extraños que lo trataban como si fuese un animal, Javi gritaba:
- ¡Soy vuestro compañero, Javier Trez!
A escuchar estas palabras, se detuvieron y se quedaron quietos mirando a Javi.
- ¿Qué os ocurre?- preguntaba sorprendido Javi.
De repente llegó una persona a la sala, vestía de negro, cara color natural, pelo alargado canoso y que hablaba con Javi con mucha confianza:
- ¡Hola, amigo mío!- dijo el hombre.
- ¿Quién es usted?- preguntó Javi.
- Perdón por mi educación, no me he presentado, pero seguro que hablas oído hablar de mí, mi nombre es Miguel Villanet.
- ¿Tú eres Villanet?- se sorprendió Javi.
- Sí, no te lo contaron, desaparecí misteriosamente de la organización.
- No me lo contaron.
- Te tendré que informar:
“El mundo estaba emocionado con el nuevo invento, que cambiaría la historia, pero nadie como su creador podía sentir esta emoción. Un tal Mauricio Conez, fundó una organización para controlar la nueva era de la vida, la era del futuro, la Edad Robótica. Los inicios de la organización de remota a varias uniones en el pequeño local donde se inventó la máquina, más tarde se trasladaría donde reside hasta actualmente, al gran edificio. Tú viajaste el primero, tenía el gran honor, aunque regresaste conmovido por los adelantos, demasiados para ti. Más tarde viajó Conez, regresó con un extraño comportamiento, hasta que comprendí a que se debía. Él decía que yo era un traidor, y no se equivocó en parte. Viajé hacia el futuro por casualidad, solo avancé 10 años como tú, y allí vi lo mejor de la vida, máquinas y robots, era magnífico. No podía regresar a mi época, decidir vivir en esa, y como suele pasar en esto casos, yo me uní a la nueva vida, no quería seguir siendo humano y conseguir transformarme en lo de hoy en día, un ser perfecto, no envejecería, soy una máquina inteligente y poderosa, más de lo que nadie puede imaginar”
- ¿Quieres decir que eres un robot?- preguntó Javi.
- No del todo, soy mitad humano y mitad máquina, mis órganos vitales, fueron reemplazados por instrumentos metálicos que ejercían igual función, mi cerebro es el mismo, solo que contiene un microchip que controla mi cuerpo, solo tengo la piel humana, ni los huesos.
- Es increíble.
- Lo es, imagínate la inteligencia de un ser humano y la perfección de una máquina. El destino puso ante mí a la persona que más desconfiaba de mí, Mauricio Conez. Quise hacer mis experimentos con él, ya lo había hecho con todos los humanos que existían.
- ¿Convertiste a todo los humanos en robot?
- Sí, quería hacer la evolución perfecta. Lo hice con Conez, le operamos y lo convertimos en medio androide, él estaba asustado y me decía que yo era un traidor, que eso no se hacía. No viajé después que Conez, Conez viajó hacia mí.
- Ahora entiendo su comportamiento- dijo Javi.
- Y ahora te toca a ti, vas a formar parte de mi especie.
- No lo hagas- dijo Javi escandalizado.
De nuevo se acercaron los extraños para cambiarle los órganos a Javi, debía de huir, solo pensó en una forma, pronunciar las siguientes palabras:
- Quiero regresar al día 20 de diciembre del año 2107.

Así lo hizo, se encontraba tumbado delante de la máquina del tiempo, ante la mirada de Sonia y Jonás.
- ¿Cómo está, Javi?- se preocupó Sonia.
- Bien, ahora lo entiendo todo.
- ¿Y qué ocurrió?- preguntó Jonás.
- Miguel Villanet, lo he conocido.
- Pero si lleva años desaparecido- dijo Sonia.
- Está en el año 4007, Futurescop no es como ahora, se dedicar a experimentar con humanos- explicó Javi.
- ¿Están experimentando con él?- preguntó Sonia.
- No, él es el cabecilla, él es un ser horrible, quiere acabar con la raza humana y crear la raza medio humana, él cambió los órganos de Conez y lo reemplazó por mecanismos robotizados.
- Cielo santo, no puede ser… - Sonia se echó la mano a la boca.
¿Qué hacemos?- preguntó Jonás.

• Si quieres que Javi diga “Tengo que acabar con la máquina”, episodio 9
• Si no quieres, sigue leyendo

- Debemos anular el microchip del cerebro de Conez, así volverá a ser humano y normal, nos dirá donde está la bomba- explicó Javi.
- Pero sin este microchip, no podrá mover su cuerpo, y morirá- dijo Sonia.
- Lo sé, aunque si realmente es buena persona, nos ayudará e impedirá que por él muera millones de personas- dijo Javi.
- Lo es, mejor dicho lo era, era una gran persona, en su lado humano, daría lo que fuera por el bien de los seres humanos- dijo Sonia.
- Mandad a Conez al hospital hay que realizarle una operación- dijo Jonás llamando por teléfono móvil.
Tras una larga operación, los médicos descubrieron el cuerpo sorprendente de Conez, y le desactivaron el microchip, los médicos aseguraban que no podrían vivir más de 5 minutos, lo suficiente para hablar con Javi, que llegó a la habitación del hospital.
- Javi, está muy joven- dijo Conez débilmente.
- Sí, y tú no está tan mal- dijo Javi.
- No me puedo mover, solo utilizar la cabeza- dijo Conez.
- Escucha, viajaste al futuro, te convirtieron en medio robot, has colocado una bomba nuclear, no nos querías indicar el paralelo y te tuvimos que desconectar tu microchip, que manejaba tu cuerpo- explicó Javi.
- ¿Yo?, ¿Bomba?, ¿Viajar al futuro?, ¿Microchip?- se sorprendía Conez.
- No tengo tiempo para explicártelo- Javi hizo una breve pausa, y con la cabeza agachada siguió- Te queda unos 3 minutos aproximadamente de vida.
Conez no pudo disimular sus lágrimas.
- Lo siento- dijo Javi.
- Es duro- Conez apenas podía hablar.
- Solo quiera saber si recuerdas algo de una bomba.
- Ahora no, solo te puedo decir que recuerdo a un hombre vestido de negro, gafas de sol, desconocido, comiendo algo raro- explicó Conez.
- ¿Maximiliano?
- Eso me suen…- Conez acababa de fallecer.
Ahora solo quedaba ir a detener a Maximiliano, que no lo puso fácil. Resultó ser un robot oculto en una persona.
La piel de Maximiliano, se abrió y dentro había un robot en forma arácnida, que atrapó a Javi con una de sus patas. Sonia y Jonás, dispararon a las patas, incluidas la que atrapaba a Javi, hasta destruirla, la máquina quedó inmóvil, en su pecho se podía ver una especie de bomba, que fue desconectada por los profesionales de Futurescop.
Todo parecía ir bien, Javi pensaba que su trabajo había acabado, aunque se equivocaba. El profesor Pino, le apuntó sorprendentemente con una pistola, antes la atenta y curiosa mirada de Sonia y Jonás.
- ¿Profesor, se ha vuelto loco?- preguntó Sonia.
- No, Javi debe venir conmigo a mi época- dijo el profesor mirando a Javi.
- ¿Su época?- preguntó asombrada Sonia.
- Sí, Javi acaba de estar, no es muy acogedora- dijo el profesor Pino.
- Baja el arma- decía Jonás apuntando con la pistola a Pino.
- No lo haré- dijo el profesor.
El profesor Pino obligó a Javi andar hacia adelante, y los subió en el coche de Jonás, viajaron hacia el edificio de Futurescop, entraron ante la misteriosa mirada de los agentes, a la sal donde se encontraba la máquina del tiempo, donde entraron para volver a viajar al año 4007.
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EPISODIO FINAL, FINAL 2
De nuevo Javi se encontraba ante el contaminante y horrible mundo de las máquinas, el profesor le mandaba andar hacia una dirección que resultó ser el edificio donde se encontró con Villanet. Pasaron fácilmente delante de los extraños seres humanos, con rostros pálidos y bocas diminutas, de nuevo se encontraba antes Miguel Villanet, ahora Javi no podía escapar, tenía la boca tapada con una exótica venda.
- Sabía que volvería, mi querido amigo, lamento no dejarte hablar, pero no quiero que te vuelvas a escapar- explicó Villanet.
Javi no podía hablar.
- Nadie se escapa de mí, si lo hace, no tardará en volver, tú lo sabes- dijo Villanet.
- No te saldrá con las tuyas- dijo Javi.
- ¿Tú crees? Dijo Villanet.
Villanet se acercó lentamente hacia Javi, dispuesto a agarrarlo, en ese momento, algo topó con el pecho de Villanet, parecía ser un disparo.
Efectivamente, Sonia estaba asomada por la ventana, con una pistola en su brazo derecho y con el otro brazo agarrada a una pistola con una cuerda, que estaba incrustada en el tejado y hacia que ella hubiese llegado hasta la altura de la ventana.
- Se acabó el juego, Villanet- dijo Sonia.
- ¿Quieres jugar?- decía Villanet, corriendo hacia ella.
Sonia subió hacia arriba y Villanet, se llevó por delante la pared alrededor de la ventana saltando a la calle, tenía la fuerza de una máquina.
- ¡Sonia!- gritaba Javi.
Javi se quedó mirando hacia el hueco de la pared y el profesor Pino dialogó con Javi:
- Debemos ir a buscarla- dijo Pino.
- ¿Cómo?- se asombró Javi.
- Sí, así es, lamento esta falsa, peo es hora de que lo sepa todo…
“Mi verdadero nombre es Sergio Sendal Trez, así es soy hijo de Jonás y Sonia, a la vez tu nieto. En mi edad Villanet nos tiene a todos controlado, la vida es un infierno, solo quedamos una ciudad en todo el mundo llena de verdaderos humanos, nos protegemos días y noches de los ataques de Villanet, pero nada es suficiente, cada vez quedamos menos, así que decidí acabar con esta falsa, por eso me unir a Villanet, no le interesaría para nada yo, a no ser, claro estar, que fuese el único que pudiese traer a su peor aliado a su época, a Javier Trez, inventó de la máquina jamás inventada... Verás tú y Villanet, tuvisteis un enfrentamiento que no olvidará jamás. Lo descubriste el día que quería viajar al futuro y él decidió que debías abandonar la organización. Nunca la abandonó, ya que acabo del tiempo, tu falleciste y el adoptó a tu hija. Él llevaba una doble vida, en tu época presidente de la organización; en esta, dueño del mundo. Fingió su propia muerte, “cayó” por un barranco y su cuerpo jamás fue encontrado. Yo logré entrar en la organización, también ayudé con los materiales el día que la inventaste, recuerda Conez cogió la cosas de mi laboratorio, llevo tiempo detrás de ti.”
- Es increíble- decía Javi.
- Lo es- dijo Sergio.
- ¿Y qué puedo hacer yo para cambiar todo esto?- preguntó Javi.
- No invente la máquina, a veces es mejor dejar la vida tal y como es, no podemos viajar al pasado para cambiar cosas ni salvar personas, ni siquiera un padre-explicó Sergio.
- ¿Quieres decir qué inventé la máquina para salvar la vida de mi padre?
- Sí, así es, no debemos viajar ni al futuro ni al pasado, es mejor dejar las cosas tal y como estar, conocerás una chica, fallecerá tu padre, tendrá una hija maravillosa, tu madre caerá en un accidente de tráfico, pero no podemos evitarlo, solo tenemos que estar con nuestras personas queridas y disfrutar, el tiempo que al malgastado con la máquina, lo pudieras haber empleado en tu seres querido, Javier Trez- terminó Sergio.
- No lo haré- dijo con la cabeza agachada Javi.
- Seguro que no lo harás, eres una gran persona, ahora debemos acabar con Villanet.
Javi y Sergio se acercaron al hueco de la pared y miraron hacia abajo, era terrible, era una guerra entre los robot- humanos contra los últimos humanos, que eran apoyados por los compañeros de Sonia y Jonás, todos ellos habían viajado para la batalla final. Morían humanos y robots-humanos, una batalla dura y horrible.
Sonia y Jonás disparaban con arma potente a Villanet, que caminaban hacia ellos sin sentir dolor, cuando estaban cerca de ellos, lograban escaparse por los aires con la pistola lanzadora de cuerdas y garfios.
- ¿Qué podemos hacer nosotros?- preguntó Javi.
Sergio tiró una diminuta capsula al suelo, que explotó al colisionar con el suelo y tras un breve humo, apareció un maletín, lo abrió y dentro había una poderosa arma desmontada, no tardó mucho en montarla.
- Es una FG-2000, un arma creada con el único fin de destruir a Villanet, hasta ahora no he podido usarla, nunca me he acercado a él, pero ahora es el momento de acabar por una vez con todas con esto, te doy el honor.- explicó Sergio.
Sergio le dio sus botas a Javi, que curiosamente disponían de un propulso para volar por los aires, Javi aceptó el reto de acabar con Villanet, debía ir volando hacia Villanet, y a una distancia cercana, disparar el arma.
- Una vez que vuele por los aires Villanet, debes pronunciar la frase “FIN DE PROGRAMA” , te llevará de nuevo a tu época y volverá todo a la normalidad, si no lo haces, la destrucción de Villanet no servirá para nada- explicó Sergio, mientras la guerra era más sangrienta, Javi no podía dejar de sufrir viendo a Sonia sangrar.
Javi se disponía a atacar, cogió su arma y se lanzó por los aires, a una velocidad de 100 kilómetros por hora, hacia Villanet, apenas a unos 5 metros de distancia, pulsó el botón “Fire” de la FG- 2000, y pronunció las siguientes palabras: - Adiós, Villanet, vete al infierno.
El misil salió a una velocidad increíble, que hasta el propio Villanet, solo lo vio de frente y se quedó boquiabierto, explotando por los aires, en ese momento se notó, todos los órganos artificiales de Villanet, Javi pronuncio las palabras “Fin de programa” y en su mente solo veía la cara de Sonia.
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Episodio 9

- Tengo que acabar con la máquina.
- ¿Pero cómo?- preguntó Sonia.
- Debo viajar hacia el día que la inventé, así podré destrozarla- explicó Javi.
- Buena idea, debes introducir la fecha del día, el día es el dos de febrero del 2068- dijo Sonia.
- Gracias- finalizó Javi.
Sigue el episodio 3 y luego el episodio 5, para seguir por buen camino la historia.











Epilogo
Javi se despertó de la cama. Todo era normal, estaba en su casa verdadera, todo parecía un sueño. Se levantó de la cama y miró su muñeca, donde tenía un reloj normal. La cama tenía sabanas, la ventana de cristal, en la calle los coches iban por el suelo, su móvil de siempre… Esta en su presente, y oía la voz de su padre, que charlaba con su madre. Javi bajó alegremente y se abrazó a sus padres, mientras le decía, que estaba loco, por abrazarlo de esa manera. Salió a la calle alegremente y paseaba por la calle, viendo lo bonita que era su ciudad.
Aunque Javi quedó impactado, veía el rostro de Sonia, aunque vestía de una manera muy parecía a la de presente, Javi se dirigió hacia ella y le dijo con felicidad:
- ¡Sonia!
- Perdón, creo que te equivoca de persona- dijo la chica.
- ¿No eres Sonia?
- No, soy Gema- dijo la chica sonriendo.
¿Gema?, era su futura esposa. Sonia decía que era igual que su madre y el mismo nombre, estaba ante él, la mujer que amaría el resto de su vida. No podía dejarla escapar, no tuvo más remedio que decirle:
- Perdón, me he confundido, ¿te importa qué te invite a un café?
- Lo siento, no puedo, voy a la oficina- contestó Gema.
- OK
- Aunque salgo a las 7 de la tarde, ¿quedamos en el pub Vidaalegre, a las 7 y media?- preguntó la chica.
- Sí- dijo Javi saltando de alegría.
Los dos se despedían temporalmente, a Javi la intriga no le dejaba, así que acabó preguntando:
- ¿Dónde trabajas?
- Soy oficinista de una empresa de maquinaria agrícola.
- Vale, gracias, nos vemos, no te olvides.
Javi veía como Gema se alejaba y su corazón latía a mil por hora, por amor y felicidad. Que bella es la vida, como dijo su nieto, debía disfrutar la vida, y no malgastarla en inventos que la desgraciaría. Nunca inventaría la máquina. Javi pegó un grito de felicidad.
FIN

“En el futuro se pierde los recuerdos de mi pasado; el presente está delante de mí y yo ni siquiera me he enterado”

Texto agregado el 04-04-2009, y leído por 89 visitantes. (0 votos)


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