Son pocos los momentos en que la vida es clara
nítida, como la lluvia ausente,
del color del paisaje y sin prismas
ni falsos verdes.
Para ti debe ser todo tan fácil
porque el rubor entierra tus secretos
y asi puedes descolgar esos versos
que el viento de ayer arrojó a tu ventana.
Para mi en cambio cada día que pasa
tiene un pétalo tuyo
y así lentamente me vas rodeando
con esa mirada de luz, sin quererlo.
Tu nombre no es ya sólo nombre
tu sonrisa y tu mirada no son sólo
esa prisa del recuerdo que no (te) alcanza
prefiero que esta noche seas tu y no yo
quien apague la luz.
Texto agregado el 20-05-2004, y leído por 210
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