OJOS QUE NO VEN, CORAZON QUE SIENTE
Nada,
No había nada,
A su derecha,
A su izquierda,
En frente,
Atrás,
No importase hacia donde lo hiciera,
Quizá en angulo pensó,
Pero tampoco,
Cerro los ojos,
Abriéndolos como de sorpresa,
Y nada paso,
Así como su alrededor, nada,
Entonces trato de retroceder,
Luego empezó a correr,
Se detuvo,
Suspiro,
Maldijo,
Dio gracias,
Y de nuevo nada,
Todo era nada,
Y como describirlo,
Era como cuando se sostienen los pesares y el amor,
En un mismo lugar,
Sin embargo, no era asi,
Mas bien diferente,
Era estar allí,
Y no ser algo, materia,
Un pedazo de piedra,
Burlado por uno mismo,
Si, creo que era eso,
Y si estaba ahí,
Mm
.como decirlo,
Sin que suene que suene a tiempo,
Bueno, simplemente paso,
Diablos, eso es tiempo,
En fin,
Quizá no paso, pero paso,
En este estado,
Los recuerdos vinieron,
No vio por donde,
Un volcan explotando,
Una mentira volviéndose real,
Hasta creerla,
Mas o menos fue asi,
Vi a una mujer pariendo,
A un señor que no era su padre, sonriendo con otra mujer acompañándole,
luego a esa misma mujer (la del parto) entregándoles al niño,
Tal cual un desarrollo normal,
Lo típico, ciertas decepciones, lo que le pasaría a cualquiera diría yo,
Oh
no esto no,
Era el niño, llorando, en frente de un ataúd,
No logro ver, bueno sin que sea esa la palabra,
No logro recordar,
Pero sufre,
Oh de nuevo pasa, viene a mi, encima de otro,
si es el niño, lo reconozco,
Tiene esa sonrisa taciturna, preguntándose inconscientemente:
¿Por qué su padre, murió, y no logro alcanzar a decir adiós?
¿Por qué maldice a Dios, si su madre (quien crio al niño), le dice que Dios lo tiene en su gloria?
Otra vez,
Un salto,
Si ahora, esta en frente con un arma poco común,
Dispuesto a escurrirse, antes de que lo escurra la vida,
Se detiene,
Esta a punto de hablar a solas con la muerte,
Pero algo pasa,
No se que es, no logro sentirlo,
Un espejo sucio se derrite,
Y se rie,
La mujer que ama,
Lo veo sonriendo con la soledad,
Es ella,
Trágica,
Ambigua,
Lejana,
Se ha ido,
Con una sombra, a la que el mismo,
Se aferra,
No la suelta, es símil a un animal,
Despojándola de toda ella,
Atándose al dolor, si es así, lo veo haciendo eso,
El chico ahora no lo es,
Y se detiene,
Y nada,
Nada,
Luego con los ojos hechos sangre,
Observo lo que quedaba del chico,
En un espejo,
Y detallo,
Era el,
El chico era el,
Pero sin un nombre,
Pero un momento, ya no había nada,
Por lo menos había un espejo,
Se miraba,
Solo estaba en frente,
Pero al intentar ver, de donde provenía el reflejo,
No lo vislumbro
.
..Nada.
Fueron sus ultimas palabras, dijo la forense, entregando, la nota suicida, a las personas que estaban a su alrededor, una mujer joven, lo cogió con sus manos hechas lagrimas, y lo leyó para los presentes :
He convivido tantas noches, las cuales ficticias parecen, sin embargo no he hallado la explicación a lo que tanto me he preguntado, y de lo cual seria tonto repetir, si llegado el caso mis palabras son distantes, no lloren, no lo he hecho, a ti amor, te he matado también, pues este viaje tiene un precio, aunque parezca paradójico, n o obstante, lo hize, para responder lo que siempre he querido saber, y de lo cual quizá cuando ustedes lean esto, ya estare viajando con mis pupilas eclipsadas de fatal asentimiento, solo respuestas, solo mi respuesta.
Luego un silencio espantoso rodeo a los presentes
.
RICARDO ROBAYO.
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