Inicio / Cuenteros Locales / cao / Monólogos de la Muerte
Uno.
¡Bah!, juraría que ese tazón con linaza que ahora mismo veo sobre la cómoda y me provoca arcadas, hace solo dos segundos estaba aquí en el velador, al lado mío. Bueno habrá que acostumbrarse entonces, total no creo que haya tiempo para terminar de asimilarlo. La cuestión es que desde ayer, tipo una de la tarde, lo que llevaba de vida en este mundo terminó por conectarse abruptamente con lo poco que sé de mi muerte. Ando como aturdido, dejé de ser superlativo, odiado, buscado y a veces hasta ignorado y pasé a ser el objeto de la compasión de todos, ya ni me insultan ni me piden plata para echarle algo al pan, me siento una animita, la estampita de algún santo de moledera. Tengo fecha de vencimiento como un yogurt; la próstata se me pudrió y vino a instalarse como un ocupa español en mi pesadumbre.
De pronto mi olor a piel jabonada sin preguntarle a nadie se transformó en un intenso hedor a remedios y antibióticos. Ahora el pichí me quema el epidídimo cada vez que me pongo frente a la taza del water a mear. Espero mi muerte parado en dos cañuelas como un pajarito sin asunto.
¿Y a quien responsabilizo dirá usted?
De verdad que de tanto injuriar a Dios la fe se me achicó tanto pero tanto, que hasta he llegado a dudar de su existencia, así de categórico, ahora me suena a mal chiste. El cuento es que mi mujer ya no es mi mujer, ahora es Sor Teresa de Calcuta. Desde que me descubrieron esta maldición, me vela de noche como una virgen devota. Todavía me dan ganas como antes pero he desistido por el ataque de llanto que le viene a la pobre después de hacerlo con mis dedos y mi lengua que son los únicos que aun permanecen con vida.
Desde la semana pasada que fumo sin filtro para acelerar la cosa y aquietar este nervio que llevo dentro por la incertidumbre del final. ¿Será entre sueños o más bien será indigna, latiguda y lenta como el alquitrán? Tuve que poner cable a mi televisor porque en las noches ya casi ni duermo con tanto demonio rondando mi crispa. Es impresionante la noche, no había tenido tiempo de estar en ella; siempre me sorprendió deshecho o doblado por el alcohol, nunca así de lúcido como ahora, que mi garganta comienza a sentirle el gusto a la desesperanza.
De noche eso sí, recupero algo de la dignidad que alguna vez tuve.
Dos.
Desperté con mis dedos que ya no tenían uñas y latían /
Mierda por todos lados porque el mundo enmudeció para mis pupilas secas /
y el aire se volvió polvillo de azufre / sin imágenes / en blanco /
Encima mío inundando todo / una sábana tan blanca /
como el resplandor de un alógeno / que arremete vorazmente /
igual que un sudario helado / sin vida y sin permiso / ¡por la chucha! /
Mis pies helados y podridos / necrosis en la piel / mezcla de rojo y púrpura /
la lengua seca / los párpados heridos / el hálito sangrante / la muerte / la muerte /
acuarela de grises / la pus y el hedor a gato muerto / un velorio y punto /
nada de luz divina / cero de ángeles / ni una pizca de edén / pan sin nada /
algo desabrido / sin brillo / opaco / áspero y vidrioso / harto grito y llanto /
¿sería todo entonces? / lo raro es que todavía estoy / y para peor esta taquicardia /
El limbo y el vacío úteros de mi flotación / ya no hay olor ni sonido /
tampoco consuelo / epopeyas / ni siquiera pan hay en la mesa / ¡me cago en la leche! /
retuerzo mi boca para liberar un grito ahogado / nada de nada / acuarela de grises /
pulsación de salitre / manto de neblina / garganta muerta y muda / desolación /
poco a poco todo se apaga / menos el pánico que hierve / que paraliza y turba /
se me vino la noche / fulgor, pasión y muerte / amén / se apaga la luz /
Tres.
La lluvia me agarró a charchazos cuando me tocó bajar por la colina. No quería venir pero la Alicia me obligó, el bebé de doña Marta lleva dos días fallecido y esta noche lo están velando en el mismo rancherío de los montes. Me duelen los huesos porque temprano me tocó llevar a los animales a pastar al cerro. Sin embargo me tuve que levantar igual no más con la esperanza que en el velorio del cabro chico al menos me invitaran una cazuela de gallina hirviendo o una cañita de vino más que fuera. Apenas entré hace un rato no más, pude ver a la gente amontonada sobre la mesa del comedor, por eso es que me escabullí piezas adentro buscando el pequeño cajoncito blanco. No encontré nada; solo a las paisanas cocinando consomé de pollo en una enorme olla de aluminio y a los veteranos jugando dominó en una bodega del patio, cerca de la entrada. Antes de quedarme petrificado en esta silla pude sentir ese olor a arrollado de cerdo pasado, como a carne descompuesta, todo mezclado con un intenso olor a azucenas y claveles. Del fondo del patio el acordeón de unas rancheras aviva las risas de los parroquianos que se han congregado frente al brasero en un festival de chistes y vino pipero con harina tostada.
Y aquí lo tengo frente a mí. No sabía que aquí en el sur se velaban así a los cabros chicos cuando se mueren. No puedo creerlo pero ahí está en la mesa, apoyado sobre una caja de zapatos y una cruz de tablas recién pintada de blanco que le sirve de apoyo a su espalda. Me acaban de decir que así lleva casi dos días y yo no puedo creerlo. Una lanceta me atravesó el espinazo cuando vi que también llevaba prendido un par de alas de cartón también pintado de látex blanco y plumas de pato pegadas con engrudo. Está disfrazado de angelito y sobre la mesa lo están velando como a un muñeco, nada de ataúd, una corona de perlas sobre su frente opaca. Que Dios me perdone pero es horrible; su cara está morada y su expresión es de dolor, lleva puesto un camisón, como el que usan los niños en su primera comunión. Estoy viendo que esta cuestión del demonio abre de repente los ojos y se me tira a morder el cuello. La Alicia ya se fue a cuchichear con sus comadres a la cocina, estoy solo y este cabro de mierda que yace sobre la mesa del comedor que me tiene atrapado con su mirada de pájaro embalsamado y su pútrido olor a velorio.
Ya no puedo moverme, el crío muerto de doña Marta me ha tragado el alma, apenas el hálito me va quedando, como la llama de las velas que lo rodean, tiesas pero con algo de luz.
Cuatro.
Es increíble como ha corrido de rápido este día / este único y corto día /
Acaba de transcurrir como un soplo de gorrión / algo tiritón como una inclemente terciana /
Eso es porque tuvo de todo como en un cumpleaños / como en una película de Tarantino /
Fui sacado abruptamente de mi tina caliente / estaba agarrado y seguro del cordón umbilical /
Suspendido como un astronauta / cuando de pronto me vi probando el néctar de su leche /
Pasaditas las diez y cuando el sol había tras puesto los visillos de la habitación / fui feliz aunque no me crean /
Tengo poco tiempo para contarles / ya se acaba el día / y ligerito me iré a descansar /
Tipín medio día me las di de querubín / Cacaroto / el de las esferas del dragón / ya se sabe: la mejor parte del día /
A esa hora se vuela, se cae, pero se vuelve uno a elevar / se da botes sobre el pavimento / como arriba de una ola
Se pelan las rodillas / se bucea en mares de fuego / a todos lados pagando tarifa escolar / bebiendo cerveza /
Que todos digan que en esa hora me quedé pegado / ya no me molesta / entre nos me gusta /
Pude pasar el mediodía con apenas cuatro pesos / y alcanzó para todo / ¡nada con el diablo malpensados!/
Después de almuerzo la cosa se puso brígida / algo peligrosona como diría mi primo verde / llena de deudas / tuve que venderle mi alma al diablo para pagar la luz/ me tuve que bañar con agua helada /
Subir mil veces el cerro desde abajo / ya cubierto el cuerpo de cicatrices / ya encaramelada el alma de rencores /
Mi conciencia en escabeche / mi trasero caído junto con mi fe son los que adornan el camino hasta acá / ya terminando el día /
Mi chasis más abollado que un wan tan / aceite quemado / chiclers todos tapados / terminé pidiendo auxilio /
Y hasta creyendo en dios / ¿me van a creer? / todas las micros me sirvieron / de todas las maldiciones escapé /
Ahora ya es de noche y este abrigo enorme y mojado me pesa /
En el extremo de mis dos cañuelas / un par de bototos me pesan más que la conciencia /
Mis párpados son dos lonas entierradas / dos cojines asfixiando mis ojos / cuescos secos de aceitunas /
De la bajada del metro me vine apenas caminando hasta aquí / me trajo el viento fresco /
Parado bajo la sombra de este sauce viejo espero la última micro / leyendo la biblia / respirando húmedo /
¡Como ha pasado el día! / ligerito no más se me viene la muerte / allá en la esquina ¿la ve? / hasta luego entonces /
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Texto agregado el 20-05-2004, y leído por 5312
visitantes. (15 votos)
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Lectores Opinan |
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23-07-2014 |
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MIENTRAS LO LEÍA ME REPETIA: NO, NO PUEDE SER QUE TE GUSTE. Y ME GUSTÓ NOMÁS********* yosoyasi2 |
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28-09-2006 |
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Estimado Richard, me gusto mucho tu escrito, quiero llevarlo a la escena, reprecentandolo yo mismo en un concurso de teatro de la UNAM mi correo es karlos_kastro7 es de hotmail, ojala pueda recibir noticias tuyas y haber si puedes ir a verlo. Maravilloso, muy buneo, gracias por escribirlo, el credito que te mereces sera respetado y mencionado esperando impulsar tus escritos dentro de la casa cultural mas grande de latinoameroca la UNAM. sigue escribiendo! so_broken |
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16-07-2004 |
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la verdad es que te metes en la historia y no puedes dejar de leer, tiene muchos detalles que ayudan a entrar más en la escena...
me gusta el que uses diferente situaciones y trasmitas infinidad de sentimientos para expresar una idea, la complementas con temas que sabes tratar y relacionar...
muy bueno!!! tania16 |
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01-07-2004 |
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Este texto es impresionante, para releerlo...y lo haré. Es hondo, en el sentido en el que yo lo digo: una hondura de pensamientos entre imágenes y palabras...mucho más que forma...entre líneas. El tercero me pareció una obra de arte y a pesar de que el lenguaje confunde a veces a los no entendidos, igualmente rodea de una patina muy especial. Un abrazo amigo. LoboAzul |
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02-06-2004 |
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Xanta una imagen por favor!!!... me gustó mucho. Me produjo cosas, penas, un par de combos en "l'hocico" y patadas varias. Tengo muertos y siempre pienso en ellos... pero me hizo preguntar en "Que hay de mi?". Grax. Saludos...
Ayackiro |
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31-05-2004 |
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Me impresiona la capacidad que tenemos los seres de impregnar nuestros sentimientos en algo tan ligero como una hoja, o un simple paple, o una servilleta. el peso del alma se lo leva una hoja, te felicito, increible tu monologo. charlieantoine |
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27-05-2004 |
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El que está esperando la sentencia final, pero aún siente el deseo de amar. El que se siente muerto. El que ve el espectáculo tétrico del que ha muerto antes de hora. Como dijo Unamuno "El sentimiento trágico de la vida", la muerte que espera en la esquina, siempre espera en una esquina.
Tu texto habla de un tema mil veces tratado, dado la vuelta y esprimido y aún así lo has hecho de una forma original y proponiendo varias perspectivas, varios paisaje. Gracias por tu esfuerzo. Onanista_por_palabras |
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26-05-2004 |
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El fenómeno muerte y sus implicaciones; sin rodeos, desde el punto de vista del condenado, del que ya no espera ni el banal acontecimiento de un olor o un sabor distinto, del que solo espera se le vayan cerrando las pocas puertas que quedaron abiertas. Es una buena forma de enfrentarse, al fin y al cabo siempre está ahí, en la esquina./ El tres, dentro o fuera de contexto es sublime. Saludos. Nomecreona |
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25-05-2004 |
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Uffff!, qué decirte... que tu lluvia de imágenes me ha mareado hasta dejarme colgada de tu relato, de tus palabras. No tengo forma de explicar la sensación... solo sé que es terrible, de esas que te dejan paralizada y con la esquina del alma algo ahuecada. Gracias. rithza |
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24-05-2004 |
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¡¡ Qué manera de entremezclar situaciones, sensaciones, incluso olores!!, es un texto impactante a la vez que un tanto extraño, extraño lo digo por la manera de estrujar la mente para aflorar todo lo que nos regalas. Un beso y mis estrellas. Me gusta que sigas impactando. Airedevalencia |
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24-05-2004 |
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En algunas partes medio confuso, pero me gusta tu lenguaje y tu manera de describir.Leeme también, claro que yo tengo un estilo más simple. marylin |
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24-05-2004 |
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SABES QUE: ME DEJASTE IMPRESIONADA, TE LEI ENTERITO, DE PE A PA..Y ME FASCINO....FLACO, SI QUE TENÍS TALENTO!!!! andreacasandra |
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23-05-2004 |
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Esta visto que lo mejor que podemos hacer las madres por los hijos es marcharnos lejos. Que texto impresionante cielo!, como has crecido aqui. Y sí, hay al menos un poema allí de impecable factura y brutal concepto. Ojalá lo urgente no te impida ver lo importante Ricardo. Ligerito nomás se me viene la muerte, de modo que apresurate!, la literatura tiene sed de ti. Un abrazo enorme, que no alcanzará pero es lo que hay. Gracias por este trabajo y por todos. hache |
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22-05-2004 |
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Dicen que un rasgo de genialidad tiene que ver con el planteamiento de frente a la muerte, con entregarse a ala experiencia se sentirse acabado “dejarse caer” como diría el Henríquez. Tienes una versatilidad que impacta, el poema (por más que intentes en presentarlo como cuento) es superior, al más puro estilo maldito. La temática diversa en la que imprimes sensaciones e historia a la muerte en estos cuentos me impresiona, te deja viendo más allá. Me gusta como rescatas aquellas fábulas y las transformas al papel con esa sagacidad que siempre hace que uno como lector experiencie en todo ámbito, las historias que escribes. Se sienten eso ya es meritorio, vuelan por sí solas y se encumbran. Me parecen absolutamente geniales. Punto a parte merece esa gota de ingenio que le imprimes a tus narraciones. Mis felicitaciones y estrellas. Reitero mi admiración cuentera. CaroStar |
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21-05-2004 |
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Cao: mi modesta opinión: muy buen texto. Especialmente el dos, tres y cuatro. Por eso mis 5*. No me agrada mezquinarlas. Un abrazo. islero |
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21-05-2004 |
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Fasinante, la muerte, es asi?, una descripción llena de detalles que impresionan de sobremanera, describir el olor y los demas detalles contribuyen a enriquecer mis imágenes mentales y a tener una idea grande que ya me esta agobiando; me parece estupendo tengo que leer esto mil veces más. Aramis |
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21-05-2004 |
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Fasinante, la muerte, es asi?, una descripción llena de detalles que impresionan de sobremanera, describir el olor y los demas detalles contribuyen a enriquecer mis imágenes mentales y a tener una idea grande que ya me esta agobiando; me parece estupendo tengo que leer esto mil veces más. Aramis |
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21-05-2004 |
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¿Se puede contar de algo que no se ha vivido? Creo que no, por eso por aquí nos hablas de lo que precede a la muerte, del miedo al dolor, de la muerte de los otros que nos aterra xq anuncia la propia, dejas ver la sensación de duda que provoca. Simplemente extraordinario. Por cierto la parte tres me superó, ese contraste entre el olor a vida y el olor a muerte. Eres bueno, sabes?. burbuja |
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20-05-2004 |
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AH, me olvidaba de algo importante: me metisteen el texto y lo leí de un tirón. Volveré por supuesto sobre él. Para goza y comentar, y valorar. islero |
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20-05-2004 |
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Primera lecturay por lo tanto primera impresión: me gustó sobremanera. Fuerte, Muy fuerte.Pero ya te llegarán mas comentarios.Y entonceste llegaránmisestrellas. islero |
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