Óleo de Ciudad Por las calles de la urbe envejecida Va una extranjera Cargando los despojos de un corazón mal herido Pasa sin ser vista Entre las sombras sin alma Tropezando con los sueños fallidos De los hijos olvidados De una patria ingrata Sociedad de libre mercado Asesina de la libertad Cuánto pagas por un alma? En los templos construidos Con las rocas enmohecidas De una fe distante Los ángeles se han quedado sordos Las estatuas han caído de los altares El crepúsculo llega tiñendo El cielo de sangre Mientras los sentimientos agonizan Todas las esperanzas son abandonadas.
Texto agregado el 31-03-2009, y leído por 77 visitantes. (3 votos)