Inicio / Cuenteros Locales / Makiavelo / El Cielo de los locos, La caida del viejo
Carla sintio un extraño vacio al ver el rostro inexpresivo de aquel tio lejano que yaciendo en el inmenso ataud reposaba despues de la cruel lucha con la enfermedad dejando solo penas y lagrimas a sus familiariares que lloraban a su lado y pasaban por turnos impulsados por un sentimiento insensato a mirarlo por unas ultimas horas antes de quedar atrapado por la tierra en aquel ritual suntuoso y excentrico, Carla no aparto la mirada, antes la mantuvo fija el tiempo suficiente para entender el completo vacio de aquel cuerpo gris como una casa desalojada, movio sus ojos hasta los parpados cerrados del muerto y se impresiono el notar que las palabras de su madre describiendo a su tio con alabanzas a su gran elocuencia y a su infectante alegria eran una total mentira...
Se retiro del ataud lentamente y movio su cuerpo con una gracia inusual que no venia de su cuerpo sino de lo que hay reposaba, sacudio su largo pelo debido al fastidio de la hibrida combinacion del calor insual en una ciudad fria y a la vez escondido tras el falso aire helado del aparato acondicionador que junto con el olor de formol y el ritmico sonido de sollozos y de lagrimas creaban un ambiente que hacia tambalear el cuerpo y dormir en las propias entrañas.
Y cuando los pensamientos de los muertos la alcanzaron, su mente de niña fue atacada por las sensaciones de nauseas que no venian del asco sino de un sentimiento solitario insual para su alma...y iniciando sus dias de sencibilidad entendio a los locos y vio su cielo, entendio que no razonaban sino que sentian y eran los mejores en ello, vio cuan grande era un corazon asi y sintio la paz de ellos reposando en un unico sentimiento libre de otros innecesarios y de corruptos pensamientos.
Se alejo...
Salio del recinto y se sento en un pequeño banco de un parque cercano y vio al viejo, que tirado en el suelo se aferraba constante e inconsientemente a su papeles para conciliar aquel frio residente en su cabeza...y los sentimientos la domaron, y aunque no pudo concretar los pensamientos, ni sacar conclusiones a ello, pudo sentir, y el choque fue horrible al ver el mundo como el del viejo....
la elocuencia...si es que esso es elocuencia me dejo
no escribo mas porque me retiro ya |
Texto agregado el 20-05-2004, y leído por 145
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