Identidad Perdida, el embrujo de quienes hemos podido vivir lo hermoso que es nuestra quebrada de la Chimba, un campo escuela para muchos scouts, nuestra segunda casa para otros, hemos sido testigo de la destrucción paulatina de esta maravillosa obra arquitectónica que nos estregó nuestro Dios, donde han nacido grandes amistades, acá nos hemos enamorado formando familias, He sido testigo del embrujo de ella, donde las Instituciones se saludan afectuosamente, dejando un testimonio de que en ella solo se respira y se siente el verdadero Espíritu Scout. “El espíritu scout no es de salón, no es de escritorio, no es de libros, ni tampoco del que se cree scout, es una llama que aún brilla en algunos corazones”
( Publicado en el diario El Mercurio de Antofagasta el 27 Septiembre 2001 )
...Cada vez que llego a mi quebrada de La Chimba, pasan mil recuerdos. La vida que emitían las voces de los niños que corrían por sus sendas, aquellas moles de piedras que abrazaban con sus silbidos a todos los scout, cuando llegaba la noche y sus estrellas convertidas en ángeles guardianes vigilaban los sueños. El sonido del cuerno nos avisaba que era hora de levantarse, los silbatos anunciaban las órdenes y cada uno de los scout al cantar y bailar llenaba de alegría y vigor la Quebrada de La Chimba, y ésta nos regalaba su espíritu.
Hay muchos de nosotros que ya no están para poder pedirle cómo poder recuperar ese espíritu que nos falta. Ellos ya partieron al sendero eterno del movimiento. Cómo no recordar a mi amigo y honorable hermano scout "Toro Loco", que desde lo más alto de las cumbres deja caer su espíritu; también a mi amigo y honorable hermano scout Hugo Figueroa, que con su personalidad tan serena nos guió por este sendero, y otros que han dejado sus huellas en la quebrada de La Chimba. Ellos me decían que el espíritu scout no se hace, sino se nace. Es el que te entrega la naturaleza por sí sola y nos buscas un significado; la que te brinda el que tú des, para no recibir nada a cambio; el cuidar y proteger a todos sin esperar recompensa; el amor a los demás sin distinción; el que no busca poder para demostrar que sabe más que otro; que no necesitas insignias para ser scout de corazón; el que mira primero al otro, después a sí mismo. El espíritu scout no es de salón, no es de escritorio, no es de libros, ni tampoco del que se cree scout, es una llama que aún brilla en algunos corazones.
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