es de noche y enfrente a mis ojos hay tanta gente. unos llevan en sus brazos a sus hijos, otros pasan a través de mi tienda con sus realidades llenas de mediocridad, otros, como yo, sueñan mientras viven... la gente mira la televisión para escapar de esta realidad oscura y siempre cotidiana... escribí un cuento y se los mostré a un cliente que entraba a la tienda. me dijo en qué me había inspirado. le dije que en nada, en nada mas que en mi instante... cogió sus cosas y se fue. él fue profesor y librero. sus viejos lentes, su rostro oscuro, sus manos gastadas y esa voz atemperada, impostada, ceremoniosa, me hizo pensar en su vida. lo imaginé llegando a su casita, dejar sus cosas y preparar sus alimentos. sentarse y mirar la TV, ver si hay algo mas que interesante y quedarse dormido sentado hasta que el sonido de una TV a las tres am. lo despertaban... se para y camina casi doblado hasta llegar a su cama. se quita la ropa. mira sus partes. se coge el miembro y lo sacude varias veces... piensa en lo bonito que sería tener una mujer en su lecho... sonríe y se acuesta... no puede dormir y se pone a mirar a través de la ventana hasta que siente que si no duerme no podrá laborar... se toma unas pastillas y duerme...