Me he perdido en tus labios
Entre una selva de besos,
Majestuosa provocación
De una ninfa como tú.

Tumbada en la cama
Meditas la forma de hacerme suspirar
Por tu cuerpo, tu piel, tu sexo.
Mi admiración de poeta no hace más que amarte en silencio,
Prolongando el deseo a noches lejanas.

Recibí de tus manos caricias,
De tu piel el aroma a miel,
Jactaste mi hambre con todo de ti,
Eres la ambrosia de mi dios interno.