(Reflexión)

Por. Virgileo LEETRIGAL

Tengo unos kilos más de los que debería tener. Busco en mi biblioteca, literatura que enseñe qué es lo que debo hacer, para volver a mi peso normal.
Me sorprendo porque algo aprendo: debo hacer dieta. Dieta significa: actitud en favor de la vida.
Decido ser vegetariano. Porque para producir un kilo de carne, se deforesta para sembrar pastizales; y para hacer crecer a éstos, se utiliza demasiada agua, mucha más que para producir un kilo de menestras. Sin los árboles, el calentamiento global se intensifica y el agua escasea en el planeta.
Así que, decido ser un poco más responsable: en adelante no comeré carne; porque además, la esencia humana no es carnívora, tenemos solo cuatro caninos, todos sin punta.
¿Cómo no ser vegetariano? Hasta los animales carnívoros, cuando enferman, ayunan y comen yerbas para purgarse.
La naturaleza nos protege y nos enseña a vivir. Sin embargo, nosotros no le devolvemos el favor. Llegará el día que en que deje de darnos vida como respuesta a nuestras agresiones.