Cadáveres de rosas
caen en mi cabeza
cadáveres underground
vestidos de etiqueta
Caen gota a gota
leves cual uñas de sueños
leves como la buena vida
en mi cuerpo de luces
Es hora de que te largues
pero antes déjame tus garras
para dibujar en mi piel
y enseñarte el sitio exacto
en donde flotaba la Atlántida
Grito hacia el cielo
cadáveres de la noche
miro hacia el cielo
y me quiero beber
cada estrella
cada luz
cada planeta
cada cometa
Bajan los vientos
de esperanzas ajenas
golpeando mis penas
con cadenas de sonrisas
Ya no hay más sueños
que los que quedan colgando
de sus tristes vidas
y yo sigo bajando
a la magia
De tus días de sol
sin calor
que habitan en tu cuerpo
que hierven en tu sangre
que encierran tus venenos
que lentamente arden
Poco a poco ven
tomate esta vida
que no existe sin la tuya
libérala de tiempo
libérala del zen
préstale tu tierra
para sembrar mañanas grises
que nunca van a crecer
Eres tu fuerza maldita
eres tu pasión sin forma
eres la verdad que callo
cuando bajan los serviles
carceleros de mi alma
Y este sabor amargo
de la vida sin sentido
me va tragando lento
me va trasformando en ruido
Ven espíritu del viento
ven libertad caída
aquí esta tu siervo
la sangre esta servida
Habla igual si no quieres
invéntame una excusa
ya nada es tan simple
ya no hay calles sin basura
Cadáveres de rosas
ya no clavan sus espinas
mientras tanto voy saltando
de acera en acera
de cadera en cadera
mientras en mi amor se sufren
las frustraciones sin salida
de mis manos
de mi boca
de mis noches en claroscuro
de mis latidos suicidas.
Texto agregado el 20-05-2004, y leído por 103
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
06-11-2005
Excelente poema, no podría pedir mas latidos suicidasssss.......... KAMINANTELUNAR
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