En estos años juntos cuántas veces abrí la boca para decirtelo?
Y la cerré.
Y desde la primera vez fue el mejor sexo, aguerrida pelea de cuerpos, vos tan dentro mio que me asusté de sentir así.
Pero apesar del miedo y a pesar de lo que hacés te amo.
Sabemos casi todo del otro, pero no todo ¿Verdad?
Enciendo mi velador y le opongo mi espalda para que el reflejo no te despierte.
Tapo tu hombro, lo destapo, miro tu cicatriz, quisiera morderla mientras dormís como cuando estás despierto y lo hago y gritás y me pescás la boca con los dientes.
Te destapo y te inspecciono como una madre a su cría, con aliento contenido.
Y no hay ninguna duda de cuanto te amo pero, ¿Cómo te lo digo?
Si a pesar del tedio de convivir jamás nos acostumbramos, en una cama, a nada.
Pero vos. Hoy fueron muchas veces, entendés?
Y no lo aguanto más.
Hoy me tomaste en brazos y me llevaste así, besándome, ¿cómo lo hacés? Yo respondo siempre, y cuando estoy tan perdida me abro como si madurara de pronto ante un sol implacable.
Entrás, te contenés y vas soltando amarras y vas expandiéndote en mí.
Siento esa necesidad de traspasar con mi pecho el tuyo, mi boca en la tuya, no solo tu sexo y el mio. Ni tus brazos y los mios. Debería ser transparente para atravesarte, de frente, toda en vos.
Y fue más cruel hoy porque fue tan intenso.
Con una pequeña violencia que me dejó doliendo y a vos también.
Y en ese momento del dolor que nadie podría separar exactamente del placer. De luz y de oscura desesperación te sentí detenerte y tu cuerpo se puso estático, completamente cargado de energía y soltaste Ese nombre una y otra vez.
Y dijiste - Amor, te amo, te amo!
Ciego, sordo, fuera de vos.
Como siempre, sin conciencia de mí allí.
Y otra vez lo pronunciaste como una maldición.
- Te amo! y repetiste tantas veces tu amor...y tu propio nombre!
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