Las llamas salían por las ventanas, los vidrios se rompían, la gente gritaba pidiendo ayuda. Serian como las 2 de la madrugada de un domingo, y una residencia estudiantil que albergaba a más de 20 personas ardía como el infierno. Los vecinos del sector llamaban a los bomberos y algunos valientes hombres entraban en medio del fuego a salvar a las víctimas.
Adentro todo era caótico, al parecer el incendio se había producido en el segundo piso y se propagaba por las escaleras dejándolas inservibles. Un hombre alto y voluptuoso entró con una escalera y habitación por habitación buscaba personas para auxiliarlas. Una de ellas la hallo cerrada con seguro, no pudo abrir y al no escuchar suplicas adentro, continuo su labor. Subió al tercer piso y rescato a dos hermanas que tenían algunas quemaduras en sus brazos por tratar de meter su ropa en maletas. Así continuo este hombre hasta que aparentemente todos se encontraban a salvo fuera de la casa.
Los bomberos llegaron 45 minutos después de que los vecinos hubieran llamado. Vaya sorpresa que se encontraron cuando subieron al segundo piso y vieron a una mujer en un cuarto desmayada y a un hombre moreno lleno de quemaduras tratando de salvarla. Al mismo tiempo, otros bomberos rompieron la cerradura del cuarto que estaba asegurado y nuevamente otra sorpresa: un hombre se encontraba colgado de una soga a su cuello, con la cara azul, los ojos desorbitados, las manos en el miembro y los pies revoloteando por todos lados. Inmediatamente el bombero cortó la soga y desamarro al joven que se encontraba muy turbado como para decir algo. Los bomberos como pudieron se echaron a las tres personas en hombros y salieron de la casa que ya se estaba derrumbando. La mujer de unos 20 años, morena voluptuosa y de baja estatura estaba completamente desmayada con algunas ligeras quemaduras, el hombre moreno bajaba solo, tenía quemaduras por todo su cuerpo, no tenía un cabello en la cabeza, los parpados quemados, los labios los tenia desechos, los hombros igualmente de quemados pero el resto del cuerpo tenían quemaduras leves. El hombre suicida bajaba solo también, se tocaba el cuello y tenía una mirada extrañísima no solo por los ojos desorbitados sino también por la forma de su rostro, tenia los labios torcidos y un ojo más bajo que el otro.
Ya abajo en la acera los paramédicos intentaron despertar a la mujer pero fue imposible, no respondía, ni siquiera abría los ojos, tenía una extraña mirada de satisfacción, y llevaba un vestido donde se notaba que no tenía ropa interior. El hombre moreno, vomitaba sangre, estaba realmente mal trataba de decir algo pero era doloroso mover los labios quemados, se le lograba entender en medio de muecas y algunas palabras que había intentado salvarla, y sus lagrimas solo lograban aumentarle el dolor del rostro quemado. Mientras tanto otro paramédico revisaba al hombre suicida que tenia morado el cuello por la soga pero pocas quemaduras en su cuerpo.
El lugar se empezaba a llenar de gente, vecinos chismosos, familiares de las victimas que obstaculizaban el paso de las ambulancias, de la policía y de la prensa. Mientras la prensa indagaba al suicida, las ambulancias se llevaban a los mayormente heridos y el policía trataba de esclarecer los hechos, las miradas de los vecinos que quedaban estaban puestas sobre Alexander, aquel joven alto, de tez blanco, ojos verdes y consternación en sus palabras tartamudeadas que parecían no tener sentido.
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Vanguardia liberal:
Eran las 2:40 de la madrugada de ayer cuando el humo alertó a los vecinos del sector. Las llamas, originadas por una veladora, empezaron a consumir una a una las habitaciones del tercer y segundo piso de una residencia de estudiantes.
A las 4:00 de la mañana ingresaron al Hospital Universitario seis víctimas del incendio.

Una de ellas, de 20 años, identificada por las autoridades como Ana Karina Vergel, murió a los pocos minutos de su ingreso, al parecer por asfixia. La víctima era estudiante de contaduría de las Unidades Tecnológicas de Santander.

El cuerpo de la joven permanece en la morgue del Hospital Universitario a la espera de que lleguen sus familiares a reclamar el cuerpo. Otros de los heridos que ingresaron fueron las hermanas Santiago de 21 y 23 años, respectivamente, quien ayer mismo fueron dadas de alta pues sólo sufrieron leves quemaduras e intoxicación por inhalación de humo.

Los otros dos pacientes, de 28 y 26 años ingresaron en complicadas condiciones y ayer mismo fueron intervenidos quirúrgicamente. Se trata de Alexander Gutiérrez, de 28 años, quien según el parte médico del Hospital, presenta quemaduras de primer y segundo grado en el 7% de la superficie corporal total.

El paciente que reviste mayor gravedad es Jeffry Arturo Triana, de 26 años, quien se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, con quemaduras de segundo y tercer grado en el 45% de la superficie corporal en cara y tórax. Su estado de salud es tan delicado que para respirar requiere de ventilación mecánica.
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Vanguardia liberal es un periódico que tiene información que a veces suele ser falsa, varios de los nombres de las víctimas fueron cambiados por ineptitud de ellos, sin embargo los acontecimientos están narrados como realmente sucedieron.

Alexander se intento suicidar debido a que su novia lo había dejado, además creía como muchos grandes hombres que vivir más de 24 años era una insensatez, había disfrutado o mejor dicho provocado su vida muchas veces, al punto de enloquecer por momentos en fiestas, y consumir cuanta droga le ofrecían, sin embargo era un tipo de una inteligencia excepcional, tenia facilidad para aprender idiomas fácilmente, sabia francés, ingles y algo de portugués, todo esto lo aprendería autodidácticamente, igualmente tenía un especial intereses por el cine y por la música, era un hombre culto y su inteligencia emocional llegaba a ser aguantar la depresión y la malparidez existencial del día siguiente a una de aquellas eufóricas fiestas.
Su novia lo había dejado. No me parecía una excusa para querer quitarse la vida, o como algún día lo mencionó: “A donde ir, al final del camino” yo creo que fue más un propósito existencialista, pero vaya sorpresa no murió, la cuerda fue cortada por uno de los bomberos.

Ana Karina, Alexander y Jeffry eran amigos, solían salir a disfrutar de la fiesta, Los tres se drogaban juntos y tenian relaciones sexuales. Como lo mencione anteriormente Alexander es muy inteligente, pudiendo llegar a ser macabro. Hace mucho que no hablo con él, pero hace poco tuve un sueño, recree la imagen de lo que había sucedido, pero con algunos cambios, me los imagine follando, me imagine que Alexander en un intento de darle mayor placer a Ana le tapaba la boca para que ella no pudiera respirar y sintiera mas alto el orgasmo de doble placer que el par de amigos le ofrecían. Soñé también que se pasaron de la raya y que ella murió sin chistar de la mejor forma que alguien puede morir, en medio de un orgasmo, por eso su cara de satisfacción.
Jeffry en ese momento enloqueció, se movía por todos lados y Alexander más calmado lo único que pensó fue en hacer parecer todo un accidente, como provocar un incendio, pero Jeffry no lo apoyaba. En un ataque veloz, Alexander salía de la habitación al parqueadero y saco un poco de gasolina de los carros (algo que sabía hacer muy bien ya que ésta era la forma de fabricar molochas para los tropeles de la universidad). De repente empezó a rosear todo lo que viera, Jeffry le gritaba y en un forcejeo un pequeño chorro de gasolina roseo su cabeza. Ellos no se dieron cuenta y Alexander prendió fuego inmediatamente, tomo a Ana en sus brazos y la puso en el cuarto vacio del lado, todo sucedió muy rápido, el fuego se consumía velozmente y Jeffry intentaba darle vida nuevamente a Ana, tarea imposible. Alexander corrió a su cuarto, amarro la cuerda e intento quitarse la vida, sin embargo fue rescatado, así como el resto de residentes.

Jeffry se encontraba en estado crítico, tan crítico que murió a los pocos días sin poder dar una declaración de los hechos. Ana murió con una cara de placer hermosamente apetecible. Si Alex corrió con suerte no lo sé, querer quitarse la vida y no poder debe ser muy frustrante, tal vez el destino le tiene preparados nuevos retos a esa brillante cabeza, no lo sé tampoco.

Hace poco hable con él, no le pregunte mucho ya que está escondido en algún lugar de Colombia, y no quiero comprometerme con nada macabro, lo sentí tranquilo, el cinismo absurdo es la fuerza de su alma. Sin embargo esto fue un sueño, y esto es un cuento. Lo único que espero es que no descubran nunca su brillante plan.